martes, 22 de diciembre de 2009

2010: ¿Buenas nuevas para la izquierda?

Una mirada del 2009 y los retos que vienen
Por Luis Gárate
22-12-09

Una rápida mirada del año que termina lleva la marca de la crisis capitalista, pasando por los avances y golpes en los procesos latinoamericanos, hasta la ofensiva neoliberal aprista en el Perú, nos llevan a valorar más la necesidad de nuevas articulaciones, la unidad y la renovación de las fuerzas revolucionarias en el mundo y en el país.

V Internacional y el movimiento comunista internacional
Ante la crisis del capitalismo en su versión especulativa, expresada en la caída de las bolsas y la bancarrota de miles de corporaciones, los estados capitalistas respondieron con el rescate de los bancos y el cuestionamiento de sus paradigmas neoliberales.

En este contexto, la convocatoria por parte del comandante Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana, a la conformación de una V Internacional que agrupe a las fuerzas socialistas y de izquierda del mundo, pone en la picota un tema de gran relevancia: el nivel de coordinación de las fuerzas revolucionarias que hace muchas décadas dejaron de tener un espacio de articulación mundial.

Si bien existen estados como Cuba, Vietnam y China popular que reivindican el socialismo, y se realizan diversos encuentros como el Foro de Sao Paulo y otros espacios eventuales, no se han replicado movimientos de la resonancia que alcanzaron las primeras internacionales de los trabajadores, la I Internacional Socialista ni la Internacional Comunista (la III).

Como señalan varios autores que hacen hincapié en la dimensión internacionalista del marxismo, como Carlos Tovar “Carlín”*, hoy más que nunca es indispensable una mayor articulación mundial de la lucha de los trabajadores y las fuerzas socialistas para darle otra orientación a la globalización que ha sido impulsada por los gigantescos avances tecnológicos de las fuerzas productivas del capitalismo.

La crisis capitalista reta a las fuerzas revolucionarias a adoptar medidas de reorganización en la acción ideológica y política. En este sentido la convocatoria de Chávez resulta muy oportuna, más allá de tener sus matices y de abarcar a fuerzas muy variadas que han pasado tanto por la experiencia armada como por virajes reformistas. Asimismo la crisis supone un reto al movimiento comunista internacional, que hoy se encuentra fragmentado por las divisiones del pasado, muchas de las cuales deberían revisarse a la luz de las experiencias del “socialismo real” y la hegemonía neoliberal.

La V internacional, o cualquiera que sea el nombre que adopte, debería ser un espacio de encuentro y articulación de las fuerzas socialistas, comunistas y de la izquierda revolucionaria que coincidan en principios esenciales como el relanzar la lucha mundial de los trabajadores para derrotar al neoliberalismo y empezar a revertir la correlación ideológica, política y social de fuerzas mundiales. Entre algunas cosas, debe evitarse caer en el seguidismo a los gobiernos y las fuerzas políticas convocantes, y evitar el anteponer los clichés y supuestos vanguardismos iluminados por lecturas correctas de la teoría.

El reto climático tras Copenhague
Otra gran reto que hemos visto este año y que tuvo su clímax en la reciente cumbre de Copenhague es cómo enfrentar la falta de voluntad de las grandes potencias capitalistas para adoptar medidas de reducción de gases de efecto invernadero y de políticas de mitigación frente al calentamiento global.

Queda entonces claro que ante las alarmantes cifras y los crecientes efectos adversos que traen los fenómenos climáticos a los pueblos, es necesario reforzar un bloque de países en desarrollo que, como hizo el ALBA en la cumbre, tenga posiciones más firmes y crezca así la respuesta mundial en este tema.

Perspectivas de los procesos latinoamericanos
Este ha sido un año de avances, pruebas y reveces para los procesos de cambio en la región. La contundente reelección de Evo Morales en Bolivia, la elección de Pepe Mujica en el Uruguay, la fortaleza del gobierno de Lula en Brasil, los avances en los procesos de integración como el ALBA, encabezado por Venezuela y Cuba, son las principales muestras de los avances del cambio.

Sin embargo hubo también errores como la represión de los movimientos populares ecuatorianos por el gobierno de Rafael Correa. También duros reveces como el golpe de estado oligárquico en Honduras que derrocó al progresista Manuel Zelaya, la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia, y la posibilidad de que la derecha pinochetista gobierne en Chile, que conforman las principales amenazas para nuestra región. Todo esto nos muestra que el imperialismo no escatima esfuerzos en articular una contraofensiva para recuperar su hegemonía.

En el Perú, las perspectivas de la izquierda y los comunistas
Hemos asistido a la radicalización neoliberal de Alan García y el Apra, expresada en “la doctrina” del perro del hortelano, que supuso llegar a extremos como la sanguinaria represión del movimiento indígena en Bagua que se levantó contra la ofensiva lotizadora en la amazonía.

Mientras tanto los procesos unitarios en el Perú han tenido algunos traspiés. Si bien se avanzó en espacios como la Coordinadora Política Social, la Asamblea de los Pueblos y recientemente en Lima para todos, la unidad entre el Partido Nacionalista y las fuerzas de izquierda parece desdibujarse ante los vaivenes de Ollanta Humala y la aparición de nuevas candidaturas como la del padre Marco Arana y su movimiento Tierra y Libertad.

La cercanía de los comicios regionales y municipales, seguido de las elecciones generales, ha puesto en carrera a muchos caudillos y movimientos, y según revelan algunas cifras quienes más se perfilarían son las figuras del “centro” y la derecha, representadas por Luis Castañeda y Keiko Fujimori.

En este escenario los comunistas de Patria Roja han hecho importantes esfuerzos unitarios, mientras se preparan para la reinscripción del Movimiento Nueva Izquierda.

La reciente realización del II Congreso de la Juventud Comunista y la proximidad del VIII Congreso del PC del P- Patria Roja, son hitos muy importantes que deberían confluir hacia la unificación de la izquierda y los comunistas peruanos, la renovación de liderazgos y un trabajo de cara a los problemas más acuciantes del pueblo.

En especial el trabajo de la juventud debería apuntar a discutir la organización de los jóvenes profesionales, mejorar la formación política y, en algunos casos enfrentar trabas como la errada ideologización que no aplica creadoramente el marxismo-leninismo a los problemas reales. Temas como la precariedad del trabajo, el reto ambiental, el problema del narcotráfico y la drogadicción, la violencia juvenil, la mejora de la calidad de la educación escolar y superior, entre otros, deben tener un claro diagnóstico y propuestas programáticas bien sustentadas para enfrentarlos.

Considerando los elementos expuestos, queda claro el 2009 nos deja un contexto global de crisis donde se abren grandes oportunidades y amenazas, mientras en la región hay avances antiimperialistas que necesitan consolidarse, y en el país entramos a un periodo electoral en el que las fuerzas de izquierda y comunistas deberán tener una capacidad creativa y proyección histórica para no quedar nuevamente postergadas y poder asumir un papel gravitante en los cambios que requiere nuestra patria.

* Ver el “Manifiesto del siglo XXI: la gran fisura mundial y cómo revertirla”, Fondo Editorial, UNMSM, 2006.

jueves, 17 de diciembre de 2009

De tanques y cuentos chinos


Por Luis Gárate
17-12-09


El paso de cinco tanques chinos en la postergada parada militar del 8 de diciembre en el Campo de Marte, ha causado un gran revuelo mediático y puesto en evidencia la incoherencia del discurso de Alan García en relación a su campaña contra la “carrera armamentista” en la región.

No obstante, la adquisición de nuevos tanques se presenta por algunos como una necesidad en tanto los blindados T-55 de fabricación soviética del Ejército Peruano ya estarían casi obsoletos y resulta indispensable su renovación.

Los cuestionamientos mediáticos han señalado que, si bien las 5 unidades de tanques MBT 2000 de fabricación china desfilaron ostentosamente en al parada militar, habrían sido una muestra, pues la compra no se había consumado para entonces. Según las denuncias, todavía no se decidía por los tanques pues chinos pues no cumplían con todos los requerimiento del Ejército para poder equiparar a los tanques alemanes Leopard del ejército chileno.

Alan García ha señalado que la decisión de la compra fue política y manejada a nivel de Estados y con intervención directa del presidente chino Hu Jintao para lograr una buena tarifa y cómodas cuotas de pago de los 500 millones de dólares que demandaría la compra de los tanques.

En los últimos días han surgido nuevos cuestionamientos, como las dudosas credenciales de la empresa fabricante de los tanques, así como la carencia de presupuestos para el mantenimiento de las unidades en los próximos años.

Así, una rápida revisión de las dudas que se ciernen sobre la empresa Norinco (China North Industries Corporation) es que es un importante fabricante de industria pesada, de transporte y de equipos militares, y ha tenido serias denuncias de haber estado implicada en el tráfico de armas. Asimismo las denuncias se vinculan a nuestro país, y señalan a Norinco como una de las principales “aportantes” a las millonarias coimas que obtuvo el ex ministro fujimorista Víctor Joy Way, por la compra de materiales de laboratorio, municiones, entre otros.

Pero se trata de algo más. No solo resulta cuestionable el proceder el gobierno que solo unas semanas atrás estaba lanzando a los cuatro vientos su campaña pacifista para la reducción del gasto en defensa.

La compra se amarra a otra reciente “campaña” que giró en torno al espía a favor de Chile, el suboficial FAP Víctor Ariza. Mientras el presidente ahora sale como el abanderado de la “unidad nacional” y la “defensa patriótica” al denunciar espías y equiparnos de armas, el país sigue en remate, al gran capital hace de las suyas y asesina comuneros que defienden la tierra, pretenden limpiar a los responsables políticos de los sucesos de Bagua, indultan a miembros de la mafia fujimontecinista como el general Chacón y el broadcaster Crousillat, y los escuadrones policiales de la muerte pululan impunes.

No cabe la menor duda que es necesario contar con unas fuerzas armadas modernas y bien equipadas con potencia disuasiva y capaz de defender nuestra soberanía territorial. Pero la política de defensa nacional debe ser coherente con el Proyecto Nacional de Desarrollo, articulada a la defensa de los recursos naturales y los sectores estratégicos de la economía que el Estado debe preservar, como son el control los puertos y aeropuertos, y de las fuentes energéticas como el gas y el petróleo.

Estos recientes titulares sobre los tanques chinos resultan un elemento más del historial de la política aprista, de vuelcos patrioteros cuando las papas queman, cuando ostensiblemente siguen poniendo en la vitrina del remate al país y persisten en la senda extractivista y primario exportadora.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Retos para los jóvenes comunistas


Reflexiones tras una visita a Huancayo y Pucallpa

Por Luis Gárate
29-11-09

La situación de postergación y falta de oportunidades para la juventud peruana y la propuesta programática para afrontarla se enriquece con los aportes de los jóvenes militantes comunistas desde sus diferentes realidades regionales.

Tras unas recientes visitas a Huancayo y Pucallpa, pudimos constatar algunos factores qué afectan a los pueblos de la sierra y la selva, y en especial a los jóvenes. Esto nos lleva a pensar en el diseño de estrategias mas claras para el trabajo con la juventud indígena y urbana profesional de los andes, así como con los jóvenes profesionales urbanos y de comunidades nativas de nuestra amazonía.

Por ejemplo el protagonismo adquirido en los últimos meses por el movimiento indígena amazónico y las luchas regionales por el medio ambiente no son hechos casuales, sino responden a factores estructurales e históricos de una situación de exclusión de amplios sectores de peruanos y al ingreso avasallador del gran capital extractivo.

Hemos señalado en otros artículos que la izquierda no tuvo un papel dirigente en las recientes luchas indígenas. Es importante recordar que esa distancia se debe a que, en el pasado y por una lectura poco creadora del marxismo, se considero a los sectores indígenas y nativos como parte de una estructura económica de transición, dejando los elementos culturales en un segundo o tercer plano.

Es por ello que se debe poner en la discusión de la izquierda y el socialismo la perspectiva de la construcción de un proyecto nacional que incorpore a los grupos indígenas y nativos. La discusión pasa por analizar los enfoques multicultural e interculturales.

El reconocido antropólogo Carlos Iván Degregori señala la importancia de distinguir los enfoques para implementar políticas que realmente sean inclusivas. No se trata solo de un reconocimiento de las diferencias como hace el multiculturalismo, sino de procesos incluyentes donde nos reconozcamos como iguales y promovamos una mayor interacción y aprendizajes comunes, planteados por la interculturalidad.

En este sentido plantear estrategias especificas para el trabajo político con los sectores indígenas y nativos, implica discutir la concepción de la interculturalidad y considerando que en nuestro país no han existido movimientos nacionales que afirmen lo étnico, sino mas bien identidades mas mixtas que se expresan en lo regional y local

Por esto es importante señalar que la construcción de nuestro proyecto socialista no está acabado, sino es un permanente proceso de construcción y enriquecimiento partiendo de la realidad, al entender mariateguista de la creación heroica.

¿Puede el socialismo enriquecerse con los aportes de las tradiciones y cosmovisión del mundo nativo amazónico e indígena andino? Es todo un reto, pues si caemos en una lectura estrecha del materialismo dialéctico podríamos chocar con la comprensión indígena que se relaciona con el entorno a partir de mitos y creencias y de una relación muy cercana con los elementos de la naturaleza.

Por otro lado nuestra visita también nos permitió ver que resulta indispensable crear otros instrumentos para afrontar el reto de la formación de la militancia juvenil profesional, más allá de la dinámica gremial universitaria, en la perspectiva de la conducción política y la gestión pública para el cambio.

La mayoría de militantes jóvenes que salen a la vida profesional y en las adversas condiciones del trabajo, se preguntan como continuar su militancia en sus respectivos ámbitos de acción. De ahí se desprende la tarea de discutir desde las bases y cada realidad regional, propuestas para proyectos productivos y educativos en los que se puedan incorporar a los jóvenes que estudian o trabajan y que desconfían de la política, que hoy se incorporan a otras dinámicas como la cultura, la religiosidad o caen en las drogas y los vicios. Asimismo se discutió la creación de redes de profesionales, que interactúen y discutan propuestas de gobierno a partir de sus experiencias e investigaciones.

Después de largas discusiones nos quedó claro que solo de esta manera, aprovechando y desarrollando las capacidades de los jóvenes profesionales comunistas, fortaleciendo la formación ideológica y programática, podremos asumir el gran rato de renovar la política y de prepararnos seriamente para ser gobierno, y así poder convertirnos en la alternativa de cambio radical y refundación de nuestra patria.

martes, 10 de noviembre de 2009

Tras la sombra del muro, la vigencia de un proyecto

20 años del derrumbe del muro de Berlín
Por Luis Gárate
(10-11-09)

Como cada año, desde aquel 9 de noviembre de 1989, las derechas del mundo vuelven a celebrar el derrumbe del muro de Berlín como la supuesta desaparición total del proyecto socialista.

En este año, al recordarse 20 años del hecho, el gobierno alemán encabezado por Ángela Merkel del partido conservador CDU no tuvo mejor idea que homenajear a los artífices de la reunificación alemana empezando por el ex canciller alemán Helmut Kohl, el ex presidente estadounidense George Bush (padre) y el ex líder soviético Mijail Gorbachov. Luego vendrían más festejos por todo lo alto con mandatarios de varios países europeos, en especial con los gobiernos derechistas.

Para al capitalismo está claro la valoración del derrumbe de muro: el colapso esperado del odiado proyecto comunista (junto con la implosión de la Unión Soviética de 1991) que amenazaba la supervivencia misma de las jugosas ganancias que proporciona el modo de producción capitalista. En resumen, parecía ser la demostración de la inviabilidad del socialismo marxista.

Sin embargo para la izquierda, en especial al comunista, si representó más que un parte aguas. Fue un hecho que desencantó a miles de personas que habían visto en la URSS y el bloque del este la principal referencia de la perspectiva socialista. Para otros sectores de la izquierda era la confirmación de las críticas que sostenían desde la misma revolución de octubre, con la deformación burocrática del socialismo.

No pretendemos en estas líneas dar la “verdad histórica” de este proceso, pero si acercarnos a las repercusiones y perspectivas que estos hechos tienen para la izquierda de hoy.

La caída del muro, y el fin del modelo soviético
Si bien la caída del muro fue sorpresiva, fue la expresión inevitable de una situación dolorosa para el pueblo alemán, la división de la ciudad de Berlín y la existencia de dos Alemanias divididas por la confrontación este- oeste de la guerra fría.

La Unión Soviética se encontraba en pleno declive a pesar de las reformas de apertura de Gorbachov, y los países de su órbita quisieron entrar también en la dinámica de cambios. La Alemania oriental (República Democrática Alemana) que se veía como el país más avanzado del bloque socialista, mostraba sin embargo serios problemas pues su aparato industrial estaba colapsando y el autoritarismo era insostenible.

No cabe duda, a estas alturas, el papel de primera línea que jugó el gobierno americano, en particular la CIA y la Alemania Fderal en el proceso para acelerar el colapso del gobierno socialista y que terminó con la anexión de la RDA.

Pero algo más profundo estaba en juego. El fin de un modelo de socialismo que al final no pudo competir con el capitalismo occidental y tampoco resolver una serie de contradicciones internas: mantener un sistema donde se priorizaban los derechos sociales como la salud, educación y el sistema previsional, con un aparato estatal autoritario que cercenaba las libertades políticas.

Los vertiginosos cambios que se sucedieron a fines de la década de los ochenta y de los noventa remecieron a todo el mundo, y en especial el mundo comunista. Fue la desaparición de todo un bloque de estados, la URSS como la principal potencia socialista y las repúblicas populares de la Europa oriental. Junto al derrumbe del muro, los gobiernos del Pacto de Varsovia (Checoslovaquia, Rumania, Polonia, Hungría, Bulgaria) hasta la disidente Yugoslavia de Tito) colapsarían sucesivamente.

También China Popular tuvo ecos de los cambios y hubo tendencias al interior del PCCH que llevaron a líderes como Hu Yaobang o Zhao Ziyang a plantearse reformas democratizadoras, mientras se imponía la línea más conservadora con Den Xiaoping y Li Peng, y que terminaron en los terribles hechos de la Plaza Tianananmen de 1989.

Lecciones y aprendizajes
La caída del muro y la desaparición de la URSS no fueron el “fin de la historia” y la consolidación del capitalismo como único horizonte de la humanidad. Fue claramente al quiebre de una experiencia de construcción del socialismo que no pudo avanzar por la planificación estatal centralizada de la economía, por el burocratismo del aparato estatal y el autoritarismo que se expresaba en un partido-estado que pretendía controlar todas las esferas de la vida pública.

El socialismo y su perspectiva entonces se plantean. Cuestionar al autoritarismo no acarrea necesariamente una salida socialdemócrata o reformista. La experiencia del Chile de Allende y las experiencias actuales de la izquierda latinoamericana, tratan de retomar el camino de construir procesos de cambios con la inspiración socialista de liberación del hombre desde la democracia representativa hacia una democracia participativa, preservando el pluralismo político, el equilibrio de poderes y la autonomía de la sociedad civil.

El socialismo en las experiencias del siglo XX, recordemos, surgió en complejas condiciones, enfrentándose a regímenes corruptos y tiránicos que debieron ser derribados a través de la violencia. Debió imponerse, en ciertas ocasiones, la violencia revolucionaria. Sin embargo luego se derivó en excesos represivos y hasta crímenes execrables en nombre de la “depuración” de los “agentes imperialistas” y de los “contrarrevolucionarios”.

En estos 20 años tras el derrumbe del muro, y ante la crisis del paradigma neoliberal y del “todo poderoso” libre mercado, debemos valorar los aportes de las experiencias socialistas, haciendo un balance de sus errores y trabas, revindicando la plena vigencia de la crítica a la naturaleza explotadora del capitalismo y rescatando los valores democráticos y humanistas del socialismo: la libertad, la igualdad, la solidaridad y el autogobierno.

martes, 3 de noviembre de 2009

Los vericuetos de la unidad


Ola de acusaciones, macartismo y los esfuerzos unitarios de la izquierda
Por Luis Gárate
03-11-09

Mientras en las filas de izquierda se habla de la necesidad impostergable de la unidad, arrecia la campaña de las clases dominantes por desprestigiar cualquier atisbo o anuncio de propuestas electorales progresistas.

Este es el caso de las recientes denuncias que vinculan a la congresista Elsa Malpartida a un supuesto pasado senderista, las presiones por ventilar el origen de las cuentas de la esposa del candidato Ollanta Humala, y la “coincidente” aparición de banderas y pintas “senderistas” en algunos puntos de la capital.

Por otro lado, en las filas de la izquierda no faltan algunos sectores que con su actuar no hacen mas que contribuir a debilitar la estructuras políticas del cambio. Algunos personajes que aspiran a la presidencia persisten en cuestionar la candidatura nacionalista y a las fuerzas de izquierda que están trabajando por ser una alternativa de cara a los comicios del 2010 y 2011.

Este es el caso del padre Marco Arana y su movimiento Tierra y Libertad, que busca posicionar su candidatura partir de diferenciarse como lo “nuevo” y “democrático” frente a los rasgos autoritarios que tendrían la figura de Humala y los partidos tradicionales de la izquierda. Mientras, personajes como el congresista Isaac Meckler, renunciante de las filas nacionalistas, persisten en sus declaraciones anticomunistas.

Sin embargo, sí se pone en el tapete la necesidad del revisar la conformación del sujeto político para el proceso electoral y para la perspectiva de mediano plazo. Si bien podríamos caracterizar la emergencia del proyecto de Arana como una expresión de los sectores de la izquierda más reformista o de centro izquierda, también es un síntoma de algunas limitaciones de los proyectos dependientes del tradicional caudillismo.

Entonces, nos preguntamos el cómo se va a construir la unidad de las fuerzas populares en estas condiciones.

El nacionalismo, en las últimas semanas, ha marcado distancia de la izquierda ante las declaraciones de sus principales voceros de que no habría posibilidad de un frente político. Sostienen estas voces, que la unidad con la izquierda sería un desgaste más que una sumatoria para el PNP.

Por su parte los críticos del comunismo, desde el ámbito intelectual y como “analistas” señalan que sería una propuesta “desfasada” por su ortodoxia ideológica y sus formas de organización centralizada.

Cierto es que el comunismo peruano debe debatir su perspectiva y su renovación, en tanto posee un aparato estructurado y nacional, pero que en su discurso y trabajo no le ha permitido acercarse con más amplitud a las dinámicas sociales de la realidad actual, como el protagonismo de las luchas indígenas y ambientales o a las nuevas formas de explotación capitalista y sus aparatos ideológicos.

Cabe señalar que muchos de estos “renovadores”, desde la comodidad que tienen al deslizarse de un proyecto a otro, dependiendo del caudillo y del ánimo electoral del momento, resultan también parte de la volatilidad política actual que critican. Esperemos que no terminen varados en las filas del oportunismo.

Como parte de de la renovación del comunismo peruano y de cara a construir la unidad con otras fuerzas de izquierda y patrióticas, está claro que la izquierda comunista aspira a la construcción de un nuevo estado, pasando por la democracia participativa y un diseño estatal plurinacional, un rol mas activo del estado en la economía y la protección del medio ambiente.

Ante esta ola de ataques de las clases dominantes, que buscan que los sectores progresistas vayan divididos, hay que responder con unidad y claridad de posiciones. Es el momento de afirmar que lo principal es la confrontación entre el modelo neoliberal y una propuesta democrática que recupere el estado para los peruanos y el control de nuestros recursos naturales. También se debe responder con firmeza a los críticos desde la izquierda, que buscan ganar protagonismo mediático a costa de otros.

La unidad en perspectiva es indispensable, pero no es la única garantía para la victoria. Sin claridad de objetivos estratégicos, renovación de liderazgos, de propuestas programáticas y de formas de organizarse y hacer política, sin renovar estilos, simbologías y mensajes, la unidad podría ser un pacto electoral más, sin contenidos reales de cambio ni perspectiva revolucionaria.

domingo, 18 de octubre de 2009

Alan, del entreguismo al pacifismo

García pide Pacto de no agresión, mientras entrega el país al gran capital

Por Luis Gárate
17-10-09

Más allá del pedido de Alan García de firmar un Pacto de no agresión en Sudamérica, el tema del armamentismo en nuestra región ciertamente cobra notoriedad. A pesar de ser uno de más bajos del mundo, el gasto regional alcanzará este año los 50 mil millones de dólares, frente a los 39 mil 900 millones del 2007.

América del sur destina el 1,74 por ciento de su PBI al gasto en defensa, porcentaje que es el menor del mundo a nivel regional, por debajo de los países de la OTAN (EEUU, Canadá y Europa), Rusia, China, Asia Central, Lejano y Cercano Oriente y África.

Recientes informaciones refieren que Brasil se ha embarcado en proyectos de de adquisiciones y cooperación militar por más de 6700 millones de euros con Francia. La administración Lula busca apuntalar cada vez más su papel de potencia líder de la región, respaldada en su capacidad defensiva. Brasilia ha explicitado que se trata de la defensa de sus importantes yacimientos petroleros, gasíferos y de la amazonía.

Colombia es uno de los países que más gasta en defensa y en especial con la cooperación de los Estados Unidos, con el pretexto de la lucha antidrogas. Gastó 6 mil 568 millones de dólares en el 2008

Por su parte Chile invirtió 4 mil 778 millones de dólares en gasto militar, gracias al respaldo del canon del cobre. Así lidera el gasto militar per capita de la región.

Venezuela por su parte ha incrementado su gasto en defensa con un presupuesto de 4,139 millones de dólares en 2009, en especial con la adquisición de equipos militares a la Federación Rusa. El comandante Chávez ha señalado varias veces que el armamentismo colombiano y la presencia de bases yanquis en esas tierras son una clara amenaza a la República Bolivariana. Ecuador y Bolivia por su parte también están realizando compras de aviones y helicópteros para potenciar sus fuerzas armadas.

Se podría hablar de una suerte de escalada armamentista en la región. No han faltado incluso los que hablan de la configuración de una nueva Guerra Fría, con dimensiones ideológicas, políticas y militares. Resulta necesario entonces analizar cuales son las motivaciones que están haciendo que los estados sudamericanos están reforzando sus aparatos militares.

La creciente militarización de Colombia y las instalación de 7 nuevas bases norteamericanas se explica bajo el pretexto de una infructuosa lucha contra el narcotráfico, que busca exterminar a las fuerzas guerrilleras de las FARC-EP y el ELN. En los otros casos como Brasil, Chile o Venezuela, arguyen la necesaria renovación de equipos.
Este escenario nos muestra que a pesar de que nuestro continente no es una prioridad para los intereses imperialistas de Estados Unidos, no dejan de considerarnos su patio trasero y de acrecentar sus instrumentos de intimidación a los gobiernos alternativos.

Mientras tanto en nuestro país persiste la tensión diplomática con Chile en relación al diferendo marítimo y la presentación de la demanda en la Corte internacional de la Haya. Frente a esto la capacidad militar peruana se muestra muy por debajo de la del vecino del sur. En el frente interno, la situación de violencia interna generada por el narcotráfico y rezagos del terrorismo son un claro desafío a la seguridad interna.

El presupuesto peruano en defensa del 2009 se proyectó a los 4,517 millones de soles. (1.5 por ciento del PIB), habiendo sido el 2008 de cerca de 4,160 millones de soles. La mayor parte se destina al gasto corriente (cerca del 70 por ciento) y a financiar el Núcleo Básico Eficaz, una conjunción coordinada de los 3 institutos armados para asegurar la capacidad militar básica para la defensa nacional.

Las cifras de gastos en armas nos dicen algo. Los estados siguen considerando el gasto militar como parte del equilibrio de poder y de su protagonismo en la arena internacional. Este tema nos lleva a reflexionar sobre lo actores en el sistema internacional y en especial el rol que juegan los estados que buscan tener un determinado posicionamiento a partir de sus gastos en el sector defensa. Según los enfoques más relevantes en las relaciones internacionales, como el realismo, los estados buscan acrecentar y defender su poder expresado especialmente en su capacidad militar.

El tema de la defensa sin duda debe ser incorporado a la discusión programática de la izquierda y las fuerzas del cambio, considerando que la política de defensa también debe jugar un rol prioritario en la construcción del proyecto nacional alternativo al neoliberal. En esta propuesta se debe delinear claramente el control civil sobre la política de defensa, y de contar con los recursos para contar con las fuerzas disuasivas, capaces de asegurar nuestra soberanía y la defensa de nuestros recursos naturales frente a la voracidad de los capitales.

Nos queda claro que el llamado de Alan García resulta una paradoja más de su gobierno. Mientras se presenta como pacifista, promueve el ingreso indiscriminado del capital privado en sectores estratégicos en una concepción más amplia de la defensa: puertos como el caso de Paita, aeropuertos y el control de recursos claves como el gas y el agua, lo que resulta una afrenta a nuestra soberanía y la falta de una política de defensa integral, que contemple el control estatal de los recursos esenciales de la nación.

viernes, 2 de octubre de 2009

Más verdor en nuestra izquierda


Ante el calentamiento global, los conflictos socioambientales y una necesaria respuesta política

Por Luis Gárate
02-10-09

El cuidado del medio ambiente se trata de mucho más que un tema de moda, aunque para algunos medios y empresas así lo sea. Cada día que pasa nos convencemos más de que está en juego la supervivencia misma de la especie humana.

Es necesario recordar que el Perú, a pesar de ser uno de los países que produce menos emisiones de gases de efecto invernadero, es uno de los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Esto se debe a la gran diversidad de climas y microclimas, a la fragilidad del equilibrio de nuestros ecosistemas, que dependen en gran medida de los afluentes ubicados en los glaciares andinos y del delicado equilibrio de recursos forestales e hídricos de la amazonía.

Debemos recordar que el calentamiento global, y la grave situación de vulnerabilidad de nuestro país, se deben al patrón de producción y motor de la economía basada en el uso intensivo de combustibles fósiles como el petróleo y sus derivados, con sus consiguientes emisiones de dióxido de carbono, gases y desechos tóxicos. Se suman la sobre explotación de recursos naturales que ha llevado al borde de la extinción a un gran número de especies de fauna y flora, y los desmedidos niveles de consumo, despilfarro energético y producción de desechos de la humanidad.

Es así que entre los especialistas de la Naciones Unidas y de los centros de investigación de los países industrializados ya se habla, desde algunos años, de otros modelos de desarrollo, como el sostenible y el uso de nuevas tecnologías que mitiguen o prevengan los efectos del calentamiento global.

Desde la izquierda política se ha ido incorporando una agenda ambiental. En los 60 emergieron grupos políticos con “agendas verdes” con diferentes grados de radicalidad en su ambientalismo. Estos se iniciaron en las luchas contra las armas nucleares y por tecnologías más limpias. En los últimos años han sido las izquierdas europeas las que han incorporado con fuerza la agenda ambiental. Los partidos comunistas también lo han hecho, aunque cabe recordar que en la industrialización de la ex Unión Soviética y en China Popular también se han causado serios daños ambientales.

Por esta razón podemos decir que la izquierda y los comunistas peruanos deben estar a la vanguardia de la lucha por el medioambiente. La radicalización del modelo neoliberal, encabezado por Alan García, se expresa en el creciente ingreso del gran capital en la lotización petrolera de la amazonía y en las concesiones mineras que afectan las fuentes de agua y las áreas agropecuarias de las comunidades campesinas. Por eso, la defensa del medioambiente pasa por la derrota del modelo neoliberal y del capitalismo salvaje.

Un emblemático caso actual que nos debe alarmar es el del megaproyecto de la represa de Inambari, en medio de la selva de Puno, Madre de Dios y Cusco. La represa, que tendría un tamaño equivalente a 10000 estadios nacionales, abastecerá de energía al Brasil, dejando menos del 50 por ciento para el Perú y a su vez una importante renta. Sin embargo provocará serios impactos ambientales, pues deforestará extensas áreas del Parque Nacional Bahuaja Sonene y desviará el río Inambari, afectando a cientos de familias, la fauna fluvial y todo el ecosistema de la zona.

Por otro lado tenemos casos como la minera Doe Run en La Oroya y el benigno trato que le da el gobierno, mientras se convierte en la ciudad más contaminada del mundo. La ciudad de Cerro de Pasco se prepara para trasladarse pues peligra ante la extensión de las tajos abiertos de la minería. Igual el gobierno sigue otorgando concesiones mineras, con la justa preocupación y rechazo de las poblaciones colindantes como el caso del proyecto Tía María, en Arequipa.

Las zonas urbanas y las grandes ciudades no se salvan. Encontramos concesiones mineras en ciudades como Lima, canteras arcillosas, áreas de fabricación de ladrillos, plantas cementeras, y fábricas en general que se encuentran en áreas de expansión urbana o muy cerca de las viviendas. Asimismo un sistema de transporte público ineficiente, un sistema de saneamiento colapsado con colectores que se vierten directamente al mar y no tratan las aguas para reutilizarlas en el riego de áreas verdes o cultivos. La dependencia limeña del Río Rímac es una seria amenaza, pues el paulatino derretimiento de los glaciares andinos afectará el abastecimiento hídrico y energético de toda la costa.

Si consideremos que estos preocupantes datos y proyecciones se ciernen como amenaza especialmente para los sectores más vulnerables del país, en especial los campesinos andinos, agricultores y nativos amazónicos y pobres urbanos, se hace indispensable tomar conciencia e incorporar con fuerza propuestas medioambientales en un programa nacional alternativo.

En esa línea, los sectores progresistas y comunistas peruanos debemos asumir la defensa del medio ambiente a través de amplias campañas ciudadanas y propuestas concretas, como el diseño de políticas públicas ambientales, el replanteamiento del Ministerio del medio ambiente que hoy está atado de manos, el empleo de nuevas tecnologías, incorporando así el enfoque sostenible al proyecto de transformaciones democráticas y socialistas por el que luchamos.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Insultos, medios y ¿la unidad?


Epítetos de Ollanta Humala generan escándalo mediático
Por Luis Gárate

Después de buscar distraernos con el libro del inefable señor Abimael Guzmán, los medios se han colgado ahora de unas infortunadas frases del líder nacionalista Ollanta Humala para hacer escarnio público de la política peruana.

Humala calificó de “cabrones” a Alan García y Alberto Fujimori por haberse fugado del país teniendo cuentas pendientes con la justicia. El comandante Humala quiso referirse así a la cobardía de García y Fujimori.

Más allá del episodio anecdótico, lo que disgusta a las clases dominantes es la posibilidad de que se conforme un bloque popular, por lo que buscan cualquier resquicio para sembrar la discordia. Cuentan para ese cometido con sus sabuesos mediáticos que andan en busca de cualquier desliz y algún “anticucho” de los opositores, sabiendo que hay algunos -vaya que los hay- que le siguen el juego a estas campañas.

No falta, y hay que decirlo, algunos representantes del nacionalismo que parecen tener inusuales cercanías con algunos medios y más bien contribuyen a las campañas mediáticas contra el movimiento popular. Recordemos las desvariadas reacciones del parlamentario Víctor Mayorga ante una ”emboscada” mediática que le hicieran los dirigentes de Patria Libre en una conferencia de prensa en el congreso.

Una reciente “denuncia periodística” señaló que el partido de Humala estaría en conversaciones con sectores de la izquierda como Patria Roja. Ante el informe, algunos parlamentarios nacionalistas han señalado que descartan de plano cualquier alianza con la “izquierda radical” en la que, siguiendo la lógica del Apra y la derecha, incluyen a la izquierda marxista como Patria Roja, que “en vez de sumar, les restaría votos”.

En este equivocado razonamiento se asocia “radicalidad” con violentismo y a un supuesto anacronismo ideológico. Para la izquierda y los comunistas, la radicalidad más bien se asocia a la idea de profundidad de los cambios.

Ante estas campañas, debemos afirmar la importancia de la unidad. No solo se trata de sumar siglas o de negociados para conseguir tales o cuales cupos para candidaturas, sino de afirmar las coincidencias políticas y programáticas y así poder ofrecer a los peruanos una alternativa conformada por las fuerzas que realmente quieren refundar la República frente el modelo neoliberal y el entreguismo.

Los que apostamos por la construcción de un referente político y social como alternativa de cambio, deseamos ver al nacionalismo como sólida estructura política aliada. Sin duda habrá tropiezos y tendencias, pero serán parte del proceso de maduración política para definir el rumbo de la principal organización opositora del actual régimen.

Mientras tanto debemos cuidar de no caer presas del juego mediático. No cabe duda que al nacionalismo le corresponde un papel gravitante dado la fortaleza de la figura de Ollanta Humala como candidato. Sin embargo eso no quita que el PNP deba fortalecer aun más su unidad interna, así como lo debemos hacer las otras estructuras políticas del campo popular, pues no faltarán personajes que pretendan petardear la cohesión y la unidad en nuestras filas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El “otro” sendero


Publicación de libro de Abimael Guzmán sirve de cortina de humo
aprista
Por Luis Gárate
15-09-09

Una nueva campaña mediática nos inunda. Ahora resulta que la compilación de textos y alegatos judiciales de Abimael Guzmán ha sido convertida en una especie de best seller del año, por el solo hecho de ser la publicación del jefe del “terrorífico” grupo Sendero Luminoso.

Se trata de mucho más que eso. La publicación surge en momentos que la candidata Keiko Fujimori baja en las encuestas, en plena ofensiva por vincular a la oposición nacionalista con el narcotráfico, mientras en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE) vemos el estrepitoso fracaso de la estrategia gubernamental para detener el avance de las narcomafias y los rezagos subversivos.

Resulta que también en Aucayacu, en Huánuco, y en Ayacucho habrían aparecido pintas y proclamas a favor de la liberación del “presidente Gonzalo”. Una excelente ocasión para que el ministro de justicia Aurelio Pastor y sus compañeros apristas vuelvan a relucir su virulencia y conviertan el tema en cuestión de Estado para dirigir la atención mediática al mentado texto.

Más allá de las características del texto y su limitado tiraje, nos llama la atención la utilización del recuerdo de Sendero como un “cuco” que, casi siempre, trae buenos réditos políticos para los salvadores y pacificadores.

En este escenario resulta indispensable hacer hincapié en el deslinde con el senderismo. Debemos reiterar la naturaleza de Sendero, una organización que nació en el marco del intenso debate en el seno del comunismo internacional y peruano de los 60, y que derivó en una versión dogmática y mesiánica del maoísmo más recalcitrante de la Revolución Cultural china.

Su radicalismo, espíritu sectario y el haber iniciado acciones armadas en 1980 caló en algunos núcleos magisteriales y estudiantiles que se organizaron en su estructura clandestina y altamente militarizada. Así Sendero trató de crear las bases de su nuevo estado en las llamadas “zonas liberadas”, donde aniquilaban a las autoridades elegidas o a los líderes comunales para reemplazarlos por sus comisarios,

Tras su captura en 1992, el casi inexpugnable “presidente Gonzalo”, aquel de la llamada entrevista del siglo y del pensamiento guía, apareció evidenciado en unos videos. Ya había dejado atrás los puños y las arengas desafiantes, por una adocenada “declaración de paz” y de “solución política”, así como departiendo amigablemente con el asesor Vladimiro Montesinos.


La estrategia de “guerra popular” de Gonzalo, una esquemática aplicación del maoísmo a la realidad peruana, derivó en una espiral de violencia donde los campesinos andinos terminaron entre dos fuegos, entre la intimidación senderista y la indiscriminada represalia de las fuerzas armadas y policiales. Los resultados son conocidos, cerca de 70 mil muertos y desaparecidos según la Comisión de la verdad.

¿Qué ha pasado con Sendero? Algunos hablan de un cisma entre sectores “acuerdistas” y los de “proseguir”. Los principales voceros senderistas hablan hoy de la “reconciliación nacional” y “amnistía general”, que implicarían perdón a todos, a los elementos de las fuerzas armadas que violaron los derechos humanos, y por supuesto a los “guerrilleros” que por su parte cometieron crímenes. Como diría Alan García, los inevitables “costos de guerra”.

Los abogados de Guzmán hablan de una nueva fase de su partido. Incluso de la posibilidad de participar en las elecciones. Mientras tanto sus militantes dividen gremios como el sindicato magisterial, y desde sus “organizaciones de familiares” tratan de replantear “la versión oficial” de la guerra interna y de limpiar la imagen su líder.

Nada más oportuno para los sectores más reaccionarios del aprismo, el fujimorismo y la derecha. Un marco ideal para agudizar la preocupante escalada represiva contra el movimiento popular y los comunistas.

Senderistas y represores parecen unidos por el olvido y la impunidad. ¿Simple coincidencia? Se dice que en política no las hay. En todo caso resulta evidente que esta publicitada reaparición de un “remozado” sendero, y el bombardeo informativo servirá, como en el pasado, para descalificar a la protesta social, la izquierda, y en especial a los comunistas peruanos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

La peligrosa derecha en Chile


Sebastián Piñera repunta frente a los candidatos progresistas

Por Luis Gárate
03-09-09

Las elecciones generales en Chile representan mucho más que un hecho político de nuestro inquieto vecino del sur. Sus resultados tendrán inevitables consecuencias en nuestras relaciones bilaterales y en la correlación de fuerzas políticas que se están configurando en América del sur.

Los comicios se realizarán el 11 de diciembre, y el clima electoral ya tomó plena viada. Como puntero se encuentra el millonario empresario Sebastián Piñera, accionista de Lan, el canal Chilevisión y del equipo Colo Colo, representante de una de las derechas más rancias y agresivas del continente y que gobernó con mano de hierro junto al dictador Augusto Pinochet.

Le sigue el candidato del bloque de partidos centroizquierdistas de la Concertación (DC, PS, Radicales, PPD) es el bien conocido senador y ex presidente Eduardo Frei, de las filas Demócrata Cristianas. Ha retomado un discurso social, en el que plantea continuar las populares políticas de la presidenta Michelle Bachelet, con mayor acento en el rol del estado. Ha tenido, incluso, algunos gestos de acercamiento a sectores como el PC chileno.

El tercer candidato que le pisa los talones a los favoritos es el llamado “díscolo”, Marco Enríquez Ominami, hijo del aguerrido fundador del MIR chileno, Miguel Enríquez. Después de una militancia disidente en el Partido Socialista, decidió lanzar su candidatura fuera de la Concertación, lo que generó que varias figuras del bloque centroizquierdista se pongan en la disyuntiva. Enríquez ha explotado sus conocimientos en producción de televisión, su juventud y un discurso pragmático con tintes izquierdistas para captar el voto descontento con el bipartidismo y juvenil del electorado.

Por la izquierda se encuentran dos candidaturas interesantes, pero pequeñas. En un flanco está Jorge Arrate, viejo militante socialista, colaborador de Allende y luego, en los 90, uno de los refundadores en su versión reformista del socialismo chileno. Arrate encabeza lo que queda del pacto Juntos Podemos, promovido por el Partido Comunista y la Izquierda Cristiana. Los humanistas de Tomás Hirsch se retiraron del pacto para apoyar a Marcos Enríquez, rechazando las tratativas del PC con la concertación para lograr cupos parlamentarios.

Alejandro Navarro, combativo senador y ex militante del PS, que siempre mantuvo posiciones críticas y cercanas a la izquierda extra parlamentaria, ahora encabeza la candidatura presidencial por el Movimiento Amplio Social- MAS.

Todo un escenario complejo donde a diferencia de las elecciones anteriores con una definición más clara entre la coalición gobernante y la derecha, ahora tiene una tercera fuerza contendiente con la candidatura independiente de Enríquez Ominami.

No cabe duda que la Concertación chilena, que en su momento representó un amplio sector progresista de chilenos que luchó por reconstruir la democracia tras el fin de la dictadura pinochetista, ha mantenido y, en muchos casos, radicalizado las orientaciones neoliberales que la han dado a Chile un alto crecimiento, pero también gran exclusión. Ahora ve peligrar su conducción del gobierno ante una millonaria derecha a la ofensiva y un desafiante y juvenil díscolo.

Chile, no olvidemos, es uno de los países más estables e institucionalizados de la región. Tiene índices de pobreza por debajo del 14 por ciento, sin embargo es uno de lo países más desiguales del mundo, con elevados índices de concentración de la riqueza en su empresariado nacional y transnacional. Es uno de los países más privatizados, pero su estado aún conserva sectores estratégicos como su participación en la industria del cobre y en sectores sociales como la salud.

Sin embargo el peligro que representa la eventualidad de la derecha chilena en el poder, si nos deben alarmar. Una derecha conservadora, que obstaculiza reformas básicas a favor de los derechos reproductivos de las mujeres, así como el voto universal para incluir a los chilenos del exterior, que impide ampliar la representación política, que obstaculiza las principales reformas a la constitución pinochetista. Más aún, una derecha que de llegar al poder se alineará aún más a los designios de Washington en la región y que apuntará su militarismo y agresividad hacia nuestro país. Sería un avance en el juego de la derecha continental que se reagrupa para acabar con las experiencias de cambio inspiradas en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Desde el Perú debemos seguir con atención los comicios chilenos, esperando que los sectores de izquierda puedan confluir en una alternativa, que eventualmente produzca un viraje progresista en la Concertación y que permita hacer los cambios a favor de las mayorías de chilenos, herederos de las tradiciones de Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Violeta Parra, Salvador Allende y Víctor Jara.

RECTIFICACIONES Y EL JUEGO DE MEDIOS

Por Luis Gárate
Agosto 2009
El Apra no deja de sorprendernos. En los últimos días se generó una controversia en torno el proyecto de ley presentado por la inefable ex ministra del interior y parlamentaria aprista Mercedes Cabanillas, que pretendía ampliar el derecho a la rectificación frente a los eventuales excesos de los medios de comunicación.

La prensa privada no dudó en calificar el intento de “ley mordaza” y de un nuevo “atentado” contra la libertad expresión. Es vital develar las intenciones detrás de este proyecto planteado por los voceros del partido de gobierno, que se está consagrando como campeón de la represión y la intolerancia.

Pero el tema nos lleva a preguntas de fondo. ¿Cuáles son los limites y el grado de regulación que debe haber sobre los medios de comunicación? ¿Qué tipo de regulación merecen los nuevos medios informáticos como el uso de los blogs o el twitter?

El derecho a la libertad de expresión se pone en debate frente a lo que a todas luces representa un uso indebido del derecho para proteger a los ciudadanos frente a los excesos de los medios.
La revolución de las comunicaciones y en particular en la informática han permitido, por un lado, una gran democratización del acceso a la información y de la divulgación de las opiniones; por otro también ha ampliado la posibilidad de la difamación y la mentira.

Por ejemplo, algunos señalan que los blogs son instrumentos no pensados para el trabajo periodístico, sino más bien para visualizar las opiniones de cualquier persona sobre asuntos cotidianos, personales y siempre desde un lenguaje resumido y coloquial. Es decir no se regiría por los criterios del trabajo periodístico y las normas existentes que lo regulan, que exigen por ejemplo verificación de fuentes y pruebas para sostener una denuncia.

Resulta de especial importancia ver qué sucede en casos de países como Venezuela donde se ha abierto un amplio debate sobre la regulación de los medios, o los casos de China, Irán o Cuba donde existen mecanismos de filtración y control sobre diversos medios de comunicación privados e incluso sobre los contenidos a los que se puede acceder en la Internet. A pesar de ello florecen los blogs y los sitios web que cuestionan los excesos de esos regimenes. Algunos son parte de campañas políticas bien financiadas, otros son ciudadanos opositores.

Cabe recordar que en las condiciones históricas de los procesos revolucionarios, en especial frente al sabotaje de las fuerzas reaccionarias, se suprimieron los medios de comunicación de las burguesías buscando democratizar al acceso a la información y la cultura para las mayorías populares. Pero no podemos concebir que aunque contemos con elementos científicos en la teoría marxista, seamos infalibles y dueños de la verdad. Resulta poco más que antidialéctico la ausencia del debate de ideas y hasta oposición entre ellas.

Los medios de comunicación privados, especialmente los grandes diarios, la radio y la televisión, han sido usados por las clases dominantes para la distracción y la desinformación. Sobran ejemplos en el fragor de revolución rusa, en plena guerra fría con la CIA financiando medios contra los países socialistas, la prensa enfilada contra el gobierno democrático de Salvador Allende, y ahora los medios contra los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, entre otros.

¿Entonces que está en juego? La libre circulación de ideas y opiniones no es lo mismo que la concentración de la propiedad de las corporaciones para orientar a la opinión pública. Pero tampoco consiste en el control estatal de la línea editorial de todos los medios de comunicación.
Por otro lado ¿es posible regular los medios como los blogs, twitter o el facebook, donde las personas adquieren cualquier identidad y pueden decir cualquier cosa sin necesidad de probar nada? Estos medios están diseñados para una interacción social virtual, pero ¿acaso no pueden prestarse también para campañas bien orquestadas? En todo caso las posibilidades en estos medios parecen casi ilimitadas.

Mientras tanto los medios peruanos nos tienen cada vez más enajenados mientras nos distraen con los mórbidos casos de la muerte de la empresaria Miryam Fefer, los vericuetos del caso Alicia Delgado y Abencia Meza, las miserias íntimas de la farándula y las notas más sanguinolentas de la sección policiales. ¡Todo un culto al morbo y la muerte!

Eventualmente existen sanciones para la difamación extrema, como el caso de los excesos de la señora Magaly Medina. Sin embargo no parecen sancionables las campañas de demolición de candidatos como fue el caso de la prensa frente a Ollanta Huamala, o las ostentosas omisiones sobre casos dramáticos como los hechos de Bagua.

Hay quienes sostienen que el poder reside en el público. Es el televidente, el lector, quien decide cambiar el canal, la emisora, comprar o no un diario, leer tal o cual web o blog. Sin embargo, no podemos dejar de observar quienes acaparan el mercado de medios aprovechando su función para desinformar, como se aprovecha el espacio radioeléctrico público para inducir las preferencias de la gente. Este es un tema complejo y con muchas aristas, y sin duda nos lleva a un debate amplio y necesariamente público, sobre las perspectivas de la regulación y los límites a los derechos ciudadanos para ejercer la libertad de expresión y opinión.

viernes, 14 de agosto de 2009

El socialismo de nuestro siglo en debate

Por Luis Gárate
12-08-09

El Socialismo del siglo XXI es una propuesta que ha generado gran debate en las filas de izquierda latinoamericana y mundial. Algunos se han lanzado a descalificarlo, otros más bien plantean que está en construcción. Se trata, sin duda, de un tema de plena actualidad, pues es la marca que llevan los principales procesos políticos y sociales que se están dando en la región y nos llevan a discutir las perspectivas de la izquierda y el proyecto socialista.

Socialismo del siglo XXI o socialismo a secas
Entonces, qué elementos hacen de la propuesta del Socialismo del siglo XXI diferente de lo que podríamos llamar a secas socialismo, o de las experiencias socialistas que surgieron inspiradas por el marxismo y tras la Revolución Rusa, en Europa del este, China, sudeste asiático, y los casos latinoamericanos como Cuba, Nicaragua y Chile.

Los autores que han planteado esta propuesta, en especial el sociólogo Heinz Dieterich y los dirigentes de la Revolución Bolivariana de Venezuela encabezados por Hugo Chávez, hablan especialmente de una ruptura con el socialismo realmente existente que colapsó en la Unión Soviética. Ruptura, dicen, centralmente con el estilo “burocrático y autoritario” de la experiencia soviética, y con la manera de entender la planificación económica y la propiedad publica o socializada de los medios de producción.

Incorporan, además, elementos de otras corrientes del pensamiento, como el cristianismo progresista y el ecologismo. Se trata de un intento claro de actualizar un proyecto societal y civilizatorio del socialismo frente a las expresiones del capitalismo globalizado de nuestra época.

La propuesta, además, incorpora ideas sobre como reorganizar la economía incorporando en la planificación elementos de la tecnología informática, que, según sostienen autores como Dieterich, permitirían una planificación adaptada a la velocidad actual de los intercambios comerciales, los efectos de la revolución de las comunicaciones y la globalización.

Algunos, desde posiciones marxistas más ortodoxas, encuentran en estas propuestas claras desviaciones reformistas o socialdemócratas. Señalan que hay demasiado eclecticismo, que no hay ninguna novedad teórica, sino más bien la incorporación de algunos elementos conceptuales del capitalismo.

Procesos en curso
Lo cierto es que bajo la aún no terminada teorización sobre el llamado Socialismo del Siglo XXI se encuentran enmarcados los procesos que nos permiten hablar de la conformación de un bloque de nuevas izquierdas en América Latina.

Los principales rasgos de estos procesos, empezando por el venezolano y pasando por el boliviano y el ecuatoriano, es que se encuentran en un debate sobre la celeridad que deben adquirir los cambios hacia una sociedad más democrática y con equidad. Los principales impulsores de los procesos son los líderes carismáticos, y las estructuras políticas el cambio son aún frágiles (PSU venezolano, Alianza País de Ecuador y el MAS en Bolivia)

En estos procesos una herramienta principal ha sido la convocatoria de una asamblea constituyente para diseñar nuevas constituciones, que permiten incorporar a los sectores excluidos a la participación política. Asimismo disponen un rol más activo del estado en la economía.

Cabe destacar que en estos procesos se han generado una serie de mecanismos de participación, a través de las consultas ciudadanas y revocatorias de autoridades, consejos ciudadanos a nivel municipal, movilización de los sectores sociales para fortalecer la educación en todos los niveles. Asimismo se ha dado prioridad la expansión y la mejora de los servicios de salud y subsidios alimentarios.

Asimismo los nuevos gobiernos socialistas han iniciado procesos de nacionalización de algunos medios de producción y de recursos estratégicos, como el petróleo, el gas, las telecomunicaciones, yacimientos mineros, puertos, entre otros. Recientemente el gobierno venezolano empezó a nacionalizar empresas vinculadas a la comercialización del arroz y el café, frente a intentos de acaparamiento de productos, una forma conocida de sabotaje de la economía por parte de las burguesías.

Sin embargo cabe señalar que en el caso de la economía venezolana aún hay una fuerte dependencia de la renta petrolera, el control de cambio está tratando de evitar la fuga de capitales mientras la inflación alcanza índices de más de19 %. Así como en los otros procesos, ha aumentado el papel el estado en la regulación de la economía, las finanzas y se están promoviendo nuevos espacios de integración regional como el ALBA, a través de mecanismos de petróleo subsidiado, crédito para proyectos de desarrollo social, empresas interestatales, entre otros.

En es escenario, en el marco del Socialismo del siglo XXI, los gobiernos progresistas no se plantean la nacionalización de todos los medios de producción, sino de promover diferentes formas de propiedad, en las que también existan la privada junto a la pública, la cooperativa y la comunal.

En lo político se plantea la democracia participativa, pero no el control del aparato estatal por un partido único. Se plantea la consulta permanente del pueblo para determinar los avances del proceso.

Experiencias comunistas

Alrededor del mundo existen algunas experiencias conducidas por partidos comunistas, como son el caso de China, Cuba, Vietnam, Laos, Corea del norte y Cuba. En otros hay partidos comunistas que presiden pequeños estados o tienen un rol importante en regiones o estados, como en Moldavia, Chipre y Rusia.

En el caso de China, en los últimas dos décadas se han implementado reformas que han significado la apertura a las inversiones extranjeras y una creciente privatización del mercado. El estado controla aún los recursos estratégicos, promueve fuertes políticas sociales y hay una férrea centralización del poder político. Similar caso es el vietnamita. Cuba ha tenido reformas moderadas, pero parece ir hacia una mayor apertura.

En otros casos los comunistas promueven reformas democratizadoras, pero no pueden avanzar más en un contexto adverso. En todo caso no asistimos a una radicalización en los casos comunistas, sino más bien a una mayor apertura, retroceso del control estatal de los medios de producción y de algunos ámbitos como el comercio y los servicios.

Perspectivas
Cabe preguntarnos si para asegurar la profundización de los procesos latinoamericanos se hará necesario un mayor control del aparato estatal. ¿El construir formas de poder popular, de mayor presencia de los trabajadores, implica necesariamente la centralización de los poderes estatales?

Es en este contexto que se pone en debate la viabilidad de la democracia representativa, mientras en una experiencia como la venezolana crecen las atribuciones del poder ejecutivo, y se tensa la relación con las fuerzas opositoras en el parlamento, los medios de comunicación y en otros espacios sociales.

La relación con el capital nacional es un tema importante. Los procesos latinoamericanos promueven en esta etapa claramente el fortalecimiento de sus relaciones con sectores del empresariado nacional frente a las amenazas del libre comercio con Estados Unidos y al avasallamiento de los intereses transnacionales. Nos preguntamos si esta relación podría caer en los errores de las estrategias desarrollistas de los 60 y la industrialización por sustitución de importaciones.

Aún no es posible hacer juicios certeros sobre estos procesos. Sin embargo es útil reflexionar y discutir el tema pues en nuestro caso, con la táctica del Nuevo Curso pensada como fase, se plantea las tareas democráticas que buscan la unidad con amplias fuerzas sociales y políticas para iniciar los cambios en nuestro país. Sin duda que para el proyecto socialista peruano es necesario estudiar las experiencias latinoamericanas y mundiales, y sacar varias lecciones. Requerimos precisar y evaluar nuestras propuestas de rediseño estatal, para afrontar el reto de atender las necesidades sociales con eficiencia, combatiendo realmente los obstáculos burocráticos y de las redes de corrupción existentes, y así convertirnos en una alternativa para la transformación histórica de nuestra patria.

viernes, 7 de agosto de 2009

El núcleo de la corrupción


Gobierno lanza estrategia clientelista y prepara campaña electoral
Por Luis Gárate
06-08-09

El gobierno encendió con fuerza los motores de la carrera electoral. Tras los anuncios presidenciales de la “descentralización popular” y de relanzar los Núcleos Ejecutores, nos queda clara la estrategia aprista para el período.

Habíamos dicho que el mensaje presidencial sería- como el programa sabatino- un Show de los sueños. Supimos que el presidente no asistió al citado programa televisivo, pero su mensaje si fue optimista en demasía, confrontacional, poco consistente y delineó las estrategias que revelan que, ante la crisis económica y la falta de reformas del Estado a favor de las mayorías, no hay mejor cosa que el gasto clientelista, que de paso favorezca a los militantes sin empleo.

No han faltado los cuestionamientos a la famosa descentralización popular y el relanzamiento de los Núcleos Ejecutores que se hará a través del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social- FONCODES, encabezado por el cuestionado operador mantillista Carlos Arana.

El gobierno acaba de aprobar la estructura de los núcleos, que podrán ser conformados hasta por 100 personas. Están en especial dirigidos a las comunidades nativas, campesinas y jóvenes entre los 18 y 29 años para la implementación de obras que alcancen los 355 mil soles.

Sabemos también que en Lima los operadores del aprismo, en especial sus comités distritales a través de las gobernaciones y de sus organismos de fachada como el CONAPUP, siguen reuniendo a los dirigentes barriales con las autoridades ministeriales y locales, para prometerles el oro y el moro: que les resolverán todos sus problemas pasando por la titulación, construcción de muros de contención, locales comunales, obras viales, áreas verdes, agua y desagüe, etc.

-Si ustedes nos apoyan, nosotros los ayudaremos- no dudan en decirles las autoridades apristas a los miles de dirigentes populares que asisten a sus convocatorias, en busca de solucionar sus problemas más esenciales.

¿Cuál es la respuesta de la izquierda y el progresismo? No se trata de oponerse a las obras que puedan mejorar en algo las condiciones de vida de los más necesitados Sin embargo, es indispensable denunciar la estrategia manipuladora del gobierno, y responder con contundentes propuestas alternativas.

El Partido Aprista sabe bien donde atacar. Está buscando neutralizar desde la base cualquier atisbo de articulación social que pueda cuestionar la incompetencia de su gestión y las políticas económicas y sociales que generan cada vez más desigualdad.

Así el aprismo está haciendo uso de todo su aparato y redes partidarias para enfrentarse a las organizaciones representativas de los indígenas, los campesinos, y aprovecharse de la fragilidad y el pragmatismo existente entre la juventud y las dirigencias populares de las principales ciudades como Lima metropolitana.

Como hemos señalado antes, es momento que promovamos de manera unitaria la confluencia de las militancias izquierdistas y todos los activistas dispersos para articular una plataforma programática y desplegar las campañas movilizadoras en torno a los temas más acuciantes sobre la gestión de la ciudad, como la seguridad ciudadana, el consumo de drogas y alcohol, la contaminación, la participación y vigilancia ciudadana, el empleo juvenil, programas de vivienda popular, entre otros. En especial debemos pensar en Lima, que es el principal bastión electoral por disputarle a la derecha y al aprismo.

El show de los sueños del aprismo


Un mensaje presidencial que no traerá novedades
Por Luis Gárate
23-07-09

Rumbo al mensaje de la nación de Alan García por el 188 aniversario de la independencia peruana, no nos sorprende que los medios de comunicación anuncien que previamente García se presentará en el popular programa televisivo de los sábados El Show de los sueños.

Efectivamente hay una estrecha relación entre la visión del país que tiene García y la naturaleza del programa televisivo musical que dirige Gisela Valcárcel. Estamos seguros que como gran parte de la orientación de este gobierno y sus cortinas de humo, el mensaje presidencial será otro “show de los sueños.”

Ante este escenario, es importante que recordemos cuales son las problemas reales el país ante los cuales nos corresponde evaluar su magnitud, elaborar las propuestas y adoptar las acciones para desarrollar campañas que nos permitan demostrar la justeza del proyecto alternativo al entreguismo actual.

Por un lado Alan García y su cogobierno con las clases dominantes nos quieren hacer creer que el Perú es la vanguardia del éxito en la región, que a pesar de la crisis capitalista mundial seremos un ejemplo de una suerte de contraofensiva neoliberal.

Sin embargo, a pesar de las rimbombantes cifras, las amañadas estadísticas del INEI y la millonaria publicidad estatal, tenemos en escenario nacional marcado por conflictos sociales, la mayoría de los cuales están latentes y se distribuyen especialmente en las zonas andinas y amazónicas y, según la Defensoría del pueblo, están relacionados a las industrias extractivas de minerales e hidrocarburos. Esta situación pone en relieve la importancia de una política efectiva de protección del medio ambiente, que ahora insuficiente, y al necesario diálogo con los actores afectados: comunidades campesinas y nativas.

La distribución energética y los contratos del gas de Camisea. En las últimas semanas se ha demostrado que peligra el abastecimiento de gas para el consumo nacional, ante el intento de las empresas como Pluspetrol que según los contratos exportarían parte del gas de Camisea a México. La promesa neoliberal del cambio de matriz energética quedaría así incumplida.

El plan anticrisis. Las alianzas público privadas han sido un pretexto más para beneficiar a ciertos sectores empresariales, pero no han sido en beneficio de los salarios de los trabajadores y de recuperar el mercado interno. Los programas sociales siguen siendo un soporte del esquema de desigualdad neoliberal, es decir, están focalizados a la asistencia de los sectores de pobreza extrema pero no están articulados a los grandes reformas que necesita el Estado para promover el desarrollo, como son la educación, la salud, la tecnificación del agro y el desarrollo de capacidades productivas.

Descentralización y Participación Ciudadana. Falta avanzar en la conformación de las macroregiones, para hacer efectiva las transferencias de recursos competencias y de mayor poder de decisión. Asimismo hay peligrosas muestras de retrocesos de los procesos de participación ciudadana y de falta de respeto al presupuesto participativo empezando por Lima, y también en provincias.

El crecimiento urbano y la expansión del sector construcción. Es evidente que hay una expansión del sector vivienda y los centros comerciales, pero se hace en beneficio del empresariado, y faltan políticas sistemáticas de acceso al suelo y programas de vivienda para lo sectores más pobres.

Lucha contra la corrupción y la impunidad. Cada vez se hace más evidente la injerencia del ejecutivo en instancias del Poder Judicial, que sigue operando de acuerdo a presiones políticas y corruptelas. El caso de la mano blanda con Alberto Quimper y Rómulo León, son la cereza del pastel.

Política exterior. Mientras en América Latina se consolidan los procesos progresistas de cambio expresados en los avances de los países del ALBA, el Perú junto a Colombia afianzan su política entreguista a los Estados Unidos, buscando generar junto a la derecha regional una mayor polarización, mientras a nivel interno aumentan la persecución a la izquierda y el pueblo organizado. Eso se aprecia en como el Perú ha asumido un tímido rechazo al golpe de estado reaccionario en Honduras, mientras aumenta el macartismo interno.

Una agenda para la izquierda. Ante esta situación, con el gabinete Velásquez Quesquén en la confrontación y un mensaje presidencial que sabemos será otro saludo a la bandera, es imperativo que la izquierda y los sectores nacionalistas y progresistas levantemos nuestras propuestas. Un Proyecto Nacional y de plataforma programática para enfrentar la crisis capitalista mundial y la crisis estructural del Estado Peruano. Podemos empezar por el lanzamiento de campañas sobre algunos de los temas planteados, promoviendo siempre la unidad desde las organizaciones populares y de base con un proyecto y rumbo claros, de alternativa de gobierno y de poder.

jueves, 16 de julio de 2009

Cómo has cambiado Cucho


Sobre la ofensiva aprista y las predicciones de uno de sus dirigentes

Por Luis Gárate
15-07-09

"Sólo Dios y los imbéciles no cambian" dice una frase popular que me recordaba en una conversación un compañero del Partido Socialista, al preguntarle sobre las razones de los grandes virajes en el pensamiento de muchos importantes intelectuales provenientes de la izquierda.

Algo de razón parece tener. Así lo demuestra con creces el caso de don Agustín Haya de la Torre, que en un caso similar al del converso Yehude Simon, pasó de beligerante marxista- leninista, luego mariateguista, a ser alto dirigente y funcionario aprista.

Ante la crueldad de la represión, la descalificación del Partido Aprista de la protesta social y de las altisonantes declaraciones de sus dirigentes como Mauricio Mulder que ahora convocan a restablecer el “orden” y a las “movilizaciones democráticas contra los antisistema”, no podemos más que reflexionar sobre las incoherencias y la debilidad de los argumentos que esgrimen.

Destacada carrera en la izquierda y el viraje
Don Agustín o “Cucho” Haya pasó de las dirigencias universitarias de los 60 en la Católica y San Marcos, como conocido militante del Partido Comunista Revolucionario- Trinchera Roja, y luego promotor de la fundación del Partido Unificado Mariateguista- PUM. No se trataba de un militante de base más, don Agustín fue, en los 80, combativo diputado de la República por la Izquierda Unida. Llegó a compartir la plancha presidencial de IU con Alfonso Barrantes Lingán, como candidato a la vicepresidencia, y en la debacle del frente izquierdista llegó a ser su candidato presidencial en las elecciones de 1995.

A finales de los 90 años lo vimos como uno de los promotores del Foro Democrático, importante iniciativa que buscaba evitar la ilegal tercera reelección del dictador Fujimori. También como respetable sociólogo y docente universitario.

Pero ya en el régimen alanista lo vimos reaparecer como jefe de la APCI, agencia estatal fiscalizadora de las ONGs que bajo su mandato empezó una campaña de persecución que buscaba acallar a las ONGs de derechos humanos que resultan incómodas al alanismo. Ahora aparece en la jefatura del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico- CEPLAN y en sus periódicas columnas en vocero aprista La Tribuna.

Probablemente la caída del muro de Berlín y la URRS, y esa aventura electoral del 95 que dejó a la izquierda con uno de sus peores resultados electorales (que logró una mínima representación parlamentaria en plena dictadura fujimorista), provocó que Cucho reflexionara profundamente. Así dio un “viraje histórico”, al decidir que era mejor hacer valer el peso de su apellido en las filas políticas cuyos cuestionables antecedentes conocía muy bien.

Sus artículos y las predicciones
Ahora nos ofrece su artículo Coartadas Reaccionarias, publicado en La Tribuna del 6 de julio donde plantea su original interpretación de los móviles de la protesta social en el país: “Estos radicales adoptan ideologías, importadas de Europa y Estados Unidos, formuladas por académicos que tras el derrumbe del Muro de Berlín, cambiaron la lucha de clases por la lucha de razas o por el ecologismo creacionista. Así se identifican con ideologías arcaicas, enemigas seculares de la modernidad, la democracia y el desarrollo.

Estos ideólogos que convierten el multiculturalismo en arma arrojadiza y el etnoracismo en identidad separatista… Antiguos izquierdistas han perdido el aliento frente al avance del nacionalismo militarista y ahora claudican ante el racismo de Abya Yala. Militaristas e indigenistas se encuentran porque son enemigos de la democracia social y liberal, de los partidos políticos, del estado de derecho y del desarrollo de las fuerzas productivas. “

Nadie pude dudar del bagaje intelectual de don Agustín, su producción académica así lo atestigua. Sin embargo no podemos dejar de señalar que sus actuales declaraciones y escritos nos hacen pensar en una persona que habría asumido una nueva identidad tras haber pasado por un estado de coma, y no de alguien que se dice “progresista” y de “izquierda”. Ahora reniega de las ideas “importadas” que él con tanto fervor antes asumió, y descalifica de “militaristas e indigenistas” a los promotores de la protesta social y las plataformas de izquierda. Asume ahora más bien con radicalidad la “doctrina” del perro del hortelano para descalificar al Socialismo del siglo XXI, y hacernos creer que ser de “izquierda democrática” es estar del lado del capitalismo y del gobierno represivo de su nuevo partido.

El blog Desde el tercer piso refiere también una cita de la revista Amauta de los 70 en una nota titulada “Cucho Haya no se acuerda cuando fue ternero”, donde acertadamente aclaraba la supuesta identidad izquierdista del Apra: “Por eso es que los trabajadores rechazan, como dice Hugo Blanco, el cuentazo de que el APRA es izquierda democrática. Cuando ha sido justamente ese partido quien se ha pasado cincuenta años tratando de desviar a las masas de la lucha por el socialismo, ayudado por los graves errores del PC. El reiterado proimperialismo del partido aprista, su conversión en soporte político de la más reaccionaria oligarquía, no necesitan otra demostración que su propia actuación.”

Pero a pesar de los devaneos de Cucho, le recordamos que el diagnóstico que hiciera en la revista Marka el 10 de abril de 1980 resulta una descripción fiel y vigente del actual partido de gobierno que tanto defiende: “El Apra va afirmándose como la fuerza más coherente y disciplinada en la defensa del gran capital y el imperialismo contra los embates del movimiento popular. Tiene plena conciencia de su misión histórica cuando el primer plano de su campaña lo ocupa la violencia contra la izquierda y los sindicatos clasistas…”

“…El destino que le auguró Mariátegui, como una fuerza pequeño burguesa que iba a devenir en fiel servidora del imperialismo y la reacción, se ha cumplido a cabalidad. Pocas veces alguien anunció con más claridad que lo fundamental de su línea, de su metodología, es la fuerza. Esta vocación tan definida, suscitada quizás por los asesores alemanes que les sugieren revivir las escenas iniciales del fascismo, nos indican el peligroso camino que el Apra está transitando.”
Resulta paradójico que quien fuera unos de los principales colaboradores de la revista socialista Marka describiera, cual predicción, el perfil del partido político que ahora lo abraza cual padre al hijo que regresa arrepentido por sus desvaríos juveniles. Sin duda ha pesado en Cucho el hecho de ser hijo de uno de los hermanos más queridos del fundador del aprismo.

Las personas pueden cambiar. En esos cambios algunos evolucionan y otros parecen involucionar. Se pueden acumular experiencias, carcelerías, títulos, estudios de maestrías y doctorados, pero evolucionar no quiere decir tampoco traicionar principios y valores. Si personajes como don Cucho argumentan ser defensores de la democracia y los valores progresistas, deberían demostrarlo no avalando el demencial macartismo y la represión alanista que polarizan el país, cierran el debate de ideas y obstaculizan la construcción de una verdadera democracia.

viernes, 10 de julio de 2009

La interesada amistad de Alan con el PC Chino

Por Luis Gárate
09-07-09

Mientras el Perú atraviesa una situación de convulsión social y de crisis política provocada por la intransigencia del gobierno de Alan García, algunos medios reseñaban en segundo plano la visita de un importante dirigente del Partido Comunista de China a nuestro país, que por cierto fue llenada de elogios por la dirigencia aprista.
En una entrevista con Rosa María Palacios, el secretario general del PAP y también congresista Mauricio Mulder, después de reiterar su monserga de que detrás del paro habría una “conspiración comunista internacional” contra el gobierno, señalaba en relación a la visita de dirigentes comunistas chinos que él sí valoraba a los comunistas de China y Vietnam porque son “modernos” y “abiertos al mercado” a diferencia de los comunistas peruanos que “están anclados en el maoísmo de los años 40”

Efectivamente Liu Yunshan, miembro del Buró Político y del Secretariado Central y director del Departamento de Propaganda del Comité Central del PC Chino visitó el Perú como parte de una gira por varios países de América Latina, a la que fue invitado por partidos de la región, entre ellos el PAP.

Luego de sostener una reunión con el presidente Alan García el 6 de julio, Yunshan señaló que China valora mucho y profundizará las relaciones con Perú en el plano económico, científico, tecnológico, cultural y humano. Refirió que las relaciones económicas y comerciales entre China y Perú tienen “un muy buen ímpetu” y el volumen total comercial de 2008 sobrepasó los 7000 millones de dólares estadounidenses, monto que representa un crecimiento de más de 50% en relación con la cifra de 2007. China es el segundo país de destino de las exportaciones peruanas.

Los medios oficiales señalaron que el viceprimer ministro estuvo acompañado por el embajador de China en el Perú, Gao Zhengyue, y el viceministro del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino, Chen Fengxiang, así como otros importantes dirigentes. Es decir, una visita de gran relevancia si hablamos de relaciones exteriores y en particular de relaciones entre partidos políticos.

El pasado 28 de abril Perú y China firmaron en Beijing un Tratado de Libre Comercio que, según la ministra peruana de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, favorecerá la estabilidad económica del país. No olvidemos que este tratado ha sido cuestionado pues afectaría a sectores productivos peruanos como el textil y a las Mypes. Por otro lado cabe anotar que las principales inversiones de empresas privadas y estatales chinas son en el campo extractivo, en la inversiones mineras (como las cuestionadas Shougang en Marcona y el Consorcio Zijin con Río Blanco Cooper, en Piura) y petroleras como Sapet

El PC chino también ha dado muestras de su amistad con el aprismo. A comienzos del año, la prensa reportaba que de acuerdo con el reporte financiero presentado ante la ONPE el Partido Comunista Chino fue el único aportante privado del Partido Aprista en el 2008. El PC Chino contribuyó con 19,6% de los ingresos en el 2008.

Asimismo en febrero de 2008 la agencia Andina reportaba un importante donativo consistente en diverso material audiovisual y educativo valorizado en cerca de 100 mil dólares del Partido Comunista Chino al PAP.

Nos queda claro, por un lado, que Alan García, converso al neoliberalismo extremo y en su afán de promover de las inversiones, se muestra diligente en promover buenos negocios con empresas chinas. Por eso ha llenado de elogios al gobierno y el modelo chino. Recibió con los máximos honores al presidente Hu Jintao cuando visitó el Perú con motivo de la APEC, señaló que el Perú quería ser socio estratégico de China, respaldó la postura china frente al Tíbet y Taiwán, y hasta no dudó en soltar algunas forzadas frases en mandarín.

Por otro lado la dirigencia comunista china tiene una clara política de promoción de sus inversiones, en particular aquellas destinadas a asegurar el abastecimiento de materias primas como minerales, petróleo y gas. Por eso es comprensible la necesidad de los dirigentes chinos de consolidar el camino trazado a convertir su país en una gran potencia.

No podemos objetar que un partido de la importancia y dimensiones del PC de China mantenga relaciones con organizaciones políticas de todo el mundo, sean o no comunistas. Sin embargo nos llama mucho la atención que los comunistas chinos expresen tanta fluidez y afectividad en sus relaciones con un partido de gobierno que, precisamente en estos momentos, se encuentra en una ofensiva represiva contra la protesta social a la que acusa de ser parte de una supuesta “conspiración comunista” y “chavista”.

Sin duda que el Partido Comunista de China sigue siendo un ejemplo y caso de estudio por su experiencia de conducir los destinos de más de 1300 millones de habitantes y de una de las economías de mayor crecimiento mundial. Pero los dirigentes chinos también deberían recordar los principios que rigen el internacionalismo proletario y de amistad comunista. Una cosa son los negocios de estado y otra las relaciones políticas, y deberían cuidarse de amigos tan peligrosos como nuestro macartista mandatario.

lunes, 6 de julio de 2009

HONDURAS Y LA GUERRA DE ALAN

Mientras la derecha golpea en Honduras, el Apra se alista en el Perú
Por Luis Gárate*
(03-07-09)

Mientras en Honduras las clases dominantes asestan un golpe de estado reaccionario a un tímido proceso de cambios democráticos, en nuestro país el presidente Alan García plantea un escenario de declaratoria de guerra a las fuerzas populares.

No es coincidencia que en el escenario latinoamericano actual, donde se fortalecen los procesos progresistas y antiimperialistas de cambios, la derecha y los grupos de poder económico traten de articular estrategias de contraofensiva.

Lo intentaron hacer con el golpe de estado al gobierno de Hugo Chávez el 2002, lo hicieron el año pasado en Bolivia con los intentos separatistas, no dudaron en promover la inestabilidad en los procesos del Ecuador, Nicaragua y Guatemala.

Ahora los sectores más retrogradas de las fuerzas armadas hondureñas- formadas en las doctrinas anticomunistas de la Escuela de las Américas- junto a la partidocracia, iglesia conservadora, el gran empresariado, los medios de comunicación y sus aliados no han dudado en aislar a Honduras de toda la comunidad internacional con tal de evitar que el presidente Manuel Zelaya consume lo que consideran una “avanzada chavista”.

Mientras en escenarios como el ALBA, el SICA, la OEA y hasta la ONU se pronunciaban unánimemente en respaldo a la defensa de la democracia y del retorno inmediato de Zelaya al poder, nuestro siempre ponderado presidente hacía un llamado a los peruanos de “buena fe” a que cierren filas con su modelo neoliberal, a que se expresen y se manifiesten contra los “estatistas” y los “antisistema”.

Toda una paradoja, que mientras la crisis capitalista está provocando mayor intervención de los estados en la economía, García insiste mesiánicamente en que su recetario neoliberal hará de nuestro país “una gran potencia” y que según él es y será la envidia de muchos otros países de la región.

El caso hondureño, que de no resolverse pronto podría sentar un peligroso precedente para la región, así como el llamado de García a una radicalización de la respuesta de la derecha peruana, nos debe poner en alerta y nos conmina a ampliar nuestro espectro de acción e influencia.

Sabemos que el Partido Aprista a través de diversos programas del gobierno está buscando presionar y movilizar a sectores populares, como en los asentamientos humanos a través de promesas de solución de sus problemas. No dudarán en movilizar contingentes encabezados por sus “bufalos”, si es necesario hasta confrontarlos al pueblo organizado que seguirá rechazando la represión aprista.

Es este escenario que no solo debemos fortalecer la unidad y centralización de las organizaciones políticas y sociales en espacios como el Frente por la soberanía y la vida, sino debemos desplegar iniciativas y más espacios de difusión de ideas y de propuestas programáticas.

La tesis de Antonio Gramsci de la construcción de un bloque histórico adquiere así plena vigencia. El ejemplo latinoamericano nos enseña que es vital contar con la movilización de amplias capas de la población más allá de la vanguardia obrera, y crear los medios para romper con el dominio mediático de la reacción.

Es por ello que es esencial construir el sujeto político, la propuesta y el discurso de cara a los problemas más acuciantes de la gente, tener el programa y las estrategias para atenderlos y vincularlos al esquema de cambios profundos como es la necesidad de una refundación republicana con una asamblea constituyente. La batalla de ideas y la construcción de alianzas amplias con otros sectores ciudadanos nos permitirá sentar las bases de una verdadera alternativa de gobierno del cambio en nuestro país

miércoles, 24 de junio de 2009

CRISIS POLÍTICA Y RESPUESTA COMUNISTA

Ante convulsión social y el macartismo del gobierno aprista
Por Luis Gárate
23-06-09
Los analistas políticos coinciden en señalar que vivimos una creciente crisis política tras el retroceso del gobierno aprista en la defensa de los decretos antiamazónicos, al mantener en suspenso al gabinete de Yehude Simon, y en el fondo por persistir en la imposición de un recetario neoliberal.

Las cifras de las siempre cuestionadas encuestas revelan que la masacre en Bagua ha sido un duro golpe a la credibilidad y aprobación ciudadana del desempeño presidencial y de las principales instituciones políticas del país. Sin embargo otros analistas, con sus intereses y orientaciones, hablan de cómo el fujimorismo esta capitalizando la crisis, mientras en el ámbito rural lo estaría haciendo la figura de Ollanta Humala.

En este escenario, queda claro que la izquierda comunista estaría procurando la acumulación política que pueda apuntalar la candidatura unitaria con el nacionalismo. Sin embargo, no está acumulando políticamente para referentes propios en el complejo escenario de Lima y menos aún en el nacional.

No cabe duda que la lucha de los nativos amazónicos logró elevar las demandas de un sector excluido y relativamente menor de la población peruana a una dimensión nacional, con las banderas de los derechos humanos y la defensa de los recursos naturales y el medio ambiente.
Asimismo, las luchas de los sectores campesinos y de otros sectores sociales de la sierra sur parten de reivindicaciones locales y regionales que se suman al rechazo de la ofensiva neoliberal que imprime el paquete de decretos y leyes que buscan facilitar el acceso y control privado sobre los recursos hídricos.

Sin embargo, todavía no se configura un escenario en el que la izquierda supere las agendas particulares para poder elevar su acción a lo nacional y plantear una agenda política y programática al actual modelo. Es decir más allá del discurso, la izquierda y los comunistas aún no han podido articular las reivindicaciones nativas, las campesinas y las urbanas en una propuesta nacional.

Es necesario que esta coyuntura nos ponga a las dirigencia y a la militancia a reflexionar sobre la experiencia de lucha en el Perú y las lecciones que nos deja la configuración de la nueva izquierda latinoamericana.

En esas experiencias vemos que la movilización social es una necesaria estrategia para afianzar la construcción de una alternativa popular. Sin embargo no es suficiente para constituirse en alternativa frente a los poderes fácticos en el país.

Las experiencias latinoamericanas más avanzadas nos muestran que han sido diferentes actores los que han constituido las nuevas expresiones de la izquierda social y política. En el caso boliviano, las demandas de los amplios sectores indígenas con agendas coyunturales (como la venta del gas a Chile) y postergaciones históricas que dieron un salto político con Evo Morales a la cabeza; en Venezuela el fuerte liderazgo militar patriota de Hugo Chávez que emergió ante la crisis de la política tradicional y capitalizó el descontento y la desigualdad social; en Ecuador la figura profesional fuerte y contestataria de Rafael Correa, que emergió en la escena pública desde la plataforma mediática y empató con un sentido nacionalista y de rechazo a la política tradicional.

En estos tres escenarios, como en otros de la región a tener en cuenta, los comunistas no han jugado un rol de primer orden en la vanguardia política. Cumplen más bien un rol de seguimiento o fuerza de soporte, si bien con una larga experiencia y cohesión ideológica, pero conservan cierta ortodoxia teórica, y falta de flexibilidad institucional que no les permite adaptarse a los nuevos escenarios de lucha y de ascenso a posiciones de gobierno.

Cabe entonces preguntarse sino corresponde reflexionar seriamente sobre la adecuación organizativa, teórica y programática del comunismo en el país y la región, sin necesidad de caer en los extremos de la socialdemocracia derechizada, del puro reformismo o el oportunismo electoral.

Si algunas lecciones pueden ser útiles en los actuales procesos de renovación de las propuestas socialistas, es que la rigidez organizativa heredada de los bolcheviques puede ser muy útil para conducir las reivindicaciones, pero presenta dificultades para la renovación y la construcción de referentes políticos de mayor acumulación social, indispensables en el complejo escenario cultural de nuestra región.

En ese sentido cabe analizar las trabas en el discurso, el programa y los mecanismos de la izquierda y en especial de los comunistas que impiden que se pueda ampliar los espacios de influencia. Es necesario evaluar entonces los cambios necesarios en la formación de cuadros, la construcción de una propuesta programática popular y como aportamos a un nuevo sujeto político y referente electoral con perspectivas de gobierno.

Estos son algunos aspectos de la actual convulsión social que vive nuestro país y el panorama internacional que podemos poner en la discusión rumbo al VIII congreso nacional de los comunistas.