martes, 2 de septiembre de 2008

Tras el paro

Reflexiones después del Paro Nacional
Nuestra alternativa tras el 9 de julio

Por: Luis Gárate*

Después del paro nacional realizado el 9 de julio, son muchas las voces que desde la izquierda tienen una evaluación bastante triunfalista y señalan que es un importante paso hacia la acumulación a expresarse en la Asamblea Nacional de los pueblos de noviembre e incluso, en miras a las elecciones generales de 2011.

Sin pretender desdeñar la importancia de esta jornada, en un contexto de creciente exigencia social por una mayor redistribución del crecimiento macroeconómico, es necesario señalar que en los hechos, la jornada del 9 no puede sobrevalorarse como un gran éxito. Es un paso, y más bien sugerimos la perspectiva en la que, a nuestro juicio, junto a la acción de masas, debe complementarse con la reconstrucción de una alternativa popular.

Nuestra reflexión se centra en nuestra capacidad de ser alternativa y en la situación de Lima, que sigue siendo el centro neurálgico de las de decisiones políticas, y donde se define finalmente la suerte electoral de nuestro país, pues es el bastión principal a disputar con las fuerzas de derecha y de la reacción.

En ese sentido, el mitin realizado en Lima, con epicentro en la plaza Dos de mayo, fue expresión de los sectores más politizados de la población que llegaron de los conos y que pueden aún movilizarse.

Si bien las encuestas hablan de un respaldo de cerca de un 50 por ciento de limeños al paro, no olvidemos que Lima es el centro de la informalidad laboral y el peso de las “clases medias”. Asimismo, Lima es donde más se sienten los efectos de la modernización capitalista y con el respaldo de los medios de comunicación, se afirma más el modelo.

La cuestión central radica en los resultados políticos de este paro. ¿Será el paro y la acción de masas la principal forma de acumulación política vigente en nuestra sociedad?

Los comunistas no desdeñamos de ninguna manera la acción de masas. Las conquistas de los trabajadores, campesinos, estudiantes, pobladores y otros sectores sociales en el Perú y el mundo, se ha forjado a partir de duras luchas en las calles, que así han derrotado y arrancado una serie de concesiones a las clases dominantes.

Las alternativas en otros espacios
Por otro lado, los presidentes regionales y otros sectores provenientes de la nueva izquierda de los años 60 parten de otra visión, y desarrollan experiencias productivas que, que ahora se afincan en organizaciones no gubernamentales.
Tal es el caso del instituto de Alternativa Agraria (IAA) liderado por Carlos Paredes, antiguo dirigente del PUM y asesor de la Federación de campesinos del Cusco.

Recordemos que Paredes participó en la plancha presidencial de Susana Villarán desde la alianza de centro-izquierda Concertación Descentralista en los comicios de 2006, que agrupaba al Partido por la Democracia Social (PDS) y a un grupo de partidos regionales.

Innovación tecnológica e inclusión en el mercado son sus principales objetivos. La experiencia consiste en el uso y difusión masiva de técnicas ancestrales de riego por aspersión y que permite maximizar el uso dosificado del agua que escasea en la sierra, utilización de gas a partir de abono animal procesado en biodigestores, utilización de energía solar en cocinas, crianza de ganado y cuyes, producción y procesamiento de lácteos. La difusión de la experiencia corre a cargo de líderes comunales conocidos como yachachiqs, que a su vez forman a otros líderes comunales, generando una cadena.

En los últimos meses la experiencia desarrollada por el IAA ha tenido interesantes réplicas en otras regiones, como Apurímac y Huancavelica. La expansión de esta experiencia productiva ha generado un gran interés no solo entre las organizaciones campesinas, sino también de sectores del gran capital nacional y del mismo gobierno aprista.

Actualmente el grupo Romero, perteneciente al célebre empresario montesinista Dionisio Romero, está auspiciando un programa denominado “Para quitarse el sombrero” en el canal del estado, para “promocionar” el espíritu emprendedor de la experiencia de los yachachiqs.

Sin duda esta es aún una experiencia con alcance limitados, que está prosperando en algunas en el sur andino, que ha sido asumida por algunos gobiernos regionales y empieza a entusiasmar a sectores de la gran burguesía criolla. Sin embargo, no es casual que el grupo Romero y los más preclaros voceros del empresariado y del neoliberalismo, como José Chlimper, Pablo Bustamante, o los periodistas Cecilia Valenzuela y Jaime de Althaus, hayan asumido la campaña publicitaria de esta experiencia, presentándola como la gran revolución productiva del agro y viendo la posibilidad de mitigar el descontento en amplios sectores del campo por el poco apoyo estatal al agro y por los efectos previstos del TLC con Estados Unidos en ese sector.

¿Antisistemas?
La pregunta persiste sobre la orientación de la gente que expresa su adhesión a la plataforma del paro, en especial en rechazo al alza del costo de vida, ¿se considera antisistema o quiere ser parte del sistema? Proponemos la pregunta porque, como sostienen analistas serios como Sinesio López, lo que mayoría reclama en las protestas regionales o sectoriales es tener “su tajada de la torta,” es decir, más que expresar una ideología antisistemica, buscan incorporarse al sistema, que crezca la redistribución.

Nuestra reflexión surge en miras a la conformación de las asambleas de los pueblos a nivel local, regional y la nacional para noviembre de este año. Por cierto que será un espacio de gran importancia para un encuentro entre las organizaciones sindicales, populares y la organizaciones políticas para discutir seriamente una plataforma programática.

Lima, la ciudad capital, centro principal de las decisiones políticas y económicas, es el gran bastión a disputar al aprismo conservador, y a las diferentes expresiones de la derecha que gobiernan la municipalidad metropolitana y la gran mayoría de distritos.

Un síntoma es la aceptación de un 75 por ciento de limeños a la gestión del acalde Castañeda en Lima, producto del derroche de obras viales y recreativas, y que por arrastre produjo la elección de sus acólitos en la mayoría de distritos limeños. Recordemos también que fue Lima la plaza que le dio la estrecha victoria a García en la segunda vuelta frente a Ollanta Humala.

Lima es en realidad la expresión de lo que el politólogo Bernard Manin denomina la democracia de audiencia, donde la agenda política es establecida por los medios de comunicación y los sondeos de opinión, el electorado es fluctuante y prima la imagen de los políticos más que programas o debates ideológicos.

La reconstrucción del referente político
Si el Partido Comunista del Perú busca ser una alternativa de poder, debe asegurar su continuidad generacional, y evaluar nuevas formas de recrear la política, partiendo de los nuevos condicionamientos impuestos por el sistema y nuevas dinámicas sociales.

Es importante que tomemos en cuenta la difusión de las experiencias productivas, como un reto frente a precarización laboral y la pauperización de amplios sectores de la población, que como vemos en la capital, se ven lanzados a actividades de supervivencia y la casi mendicación.

Resulta imperativo que busquemos diferentes formas de trabajo de formación de la militancia juvenil, que además los convoque a partir de sus necesidades concretas, que son las de formación educativa, laboral, recreación y cultura. Esto, de la mano con institucionalizar un espacio de formación en el conocimiento del estado, de la gestión pública, así como en la validación de experiencias de gobierno de otras experiencias de izquierda en el mundo, a partir de la democracia participativa, experiencias económicas solidarias y cooperativas, siempre desde una perspectiva crítica y con un análisis marxista de la realidad.

Para fortalecer la organización debemos apuntalar, y bajo los lineamientos de nuestra II Conferencia Educacional, la base troncal de la militancia, asentada esencialmente en la columna magisterial, buscando ganar una mayor representatividad como vocero de los intereses de los trabajadores de la educación, de los obreros (trabajadores de la manufactura, textiles, de servicios), campesinos, y sectores de la pequeña burguesía en miras de avanzar en la construcción del Partido Revolucionario de Masas.

En la medida que nuestro principal reto en la perspectiva es recuperar espacio y liderazgo en Lima metropolitana, nuestra tarea es recuperar la mediación y representación de los sectores populares, con nuevas estrategias de comunicación y un programa alternativo claro para Lima y los distritos. Asimismo ganar más espacios para integrar a jóvenes profesionales, haciendo trabajo de difusión y de organización, y aprovechando sus capacidades en tareas de la organización, como la formación de la militancia y en la elaboración de proyectos que, así como las experiencias productivas del sur andino, permitan validar prácticas, como proyectos productivos, centros educativos y de formación laboral, cooperativas, entre otros. Si buscamos ser una alternativa real y viable de gobierno y de poder, tenemos los retos planteados.

*Periodista y militante de la Juventud Comunista el Perú- Patria Roja


23 de julio de 2008

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