lunes, 20 de diciembre de 2010

La unidad… ¿para la derrota?

Por Luis Gárate
20-12-10

La desacreditada política peruana sufre en esta etapa electoral de una gran dispersión. Los candidatos de la derecha encabezan la lista de variados personajes, entre socios de grandes intereses privados, ex ministros y un ex presidente, mientras que la izquierda ha terminado por lanzarse al ruedo dispersa.

En esta carrera los partidos y movimientos tejen y encabezan sus alianzas con figuras carismáticas, más que unificarse en torno a importantes afinidades ideológicas o propuestas programáticas. Por la derecha los acomodos se dan en tanto diversos sectores políticos y empresariales buscan asegurar la continuidad del modelo neoliberal.

Por al lado izquierdo la dispersión se da por una falta de concesiones y, en menor medida, por diferencias programáticas. Por un lado una candidatura que ya estaba definida desde su participación en los comicios del 2006, la del comandante Ollanta Humala. Es quizás la más clara en su programa de cambios, pero Humala no asumió la tarea de construir un proceso político social amplio y unitario durante los 5 años que ha tenido entre las dos elecciones.

Humala se lanza con el membrete de Gana Perú, y a su proyecto ahora se suman algunos dirigentes de los menguados Partidos Socialista y del Partido Comunista- Unidad, así como de movimientos regionales. Su programa sigue siendo nacionalista, de un capitalismo “nacional” y con un rediseño constitucional.

La recién confirmada candidatura del embajador Manuel Rodríguez Cuadros llega con tropiezos. Tras haber formado una alianza electoral con el Movimiento Nueva Izquierda, y en alianza política con Tierra y Libertad y Lima para todos, una fulminante carta de la lideresa de FS Susana Villarán, las presiones de la prensa y de un sector interno, han decidido dejar sin efecto esa unidad para ir solos. Una apuesta peligrosa sin duda, pues Villarán considera que su victoria en Lima se debe centralmente a ella y no al proceso unitario que se conformó tras su figura.

En los últimos días FS, empezando por la misma Susana Villarán y el embajador Rodríguez Cuadros, han enfatizado su distinción como la “centroizquierda”, la izquierda “moderna”, señalando que apuestan por seguir la economía de mercado, y en clara alusión al nacionalismo y el MNI, se distancian de apuestas “radicales”, es decir que revisen la constitución o los impuestos a las sobreganancias mineras.

En otro frente está Alberto Pizango, el líder de la AIDESEP, la organización que agremia a las principales comunidades nativas de nuestra amazonía. A Pizango se le reconoce su papel en las luchas contra los decretos antiamazónicos de 2009, sin embargo su candidatura no cuenta con el aval representativo de AIDESEP ni con movimientos sociales de importancia. Primero anunció que seria candidato por el partido Fonavista, que no tiene otro mérito que haberse organizado en torno al referéndum devolutorio. Ahora los fonavistas anuncian que su candidato sería el bienintencionado decano del Colegio de abogados de Lima, Don Ñique de la Puente.

En estas elecciones, copada de candidaturas del continuismo (derecha y “centro”), y la mafia fujimorista, una candidatura unitaria del cambio implicaba una propuesta de ruptura. Una ruptura con el modelo no es el retorno del “populismo estatista” como acusan algunos, de nacionalización de toda la economía, pero si, a través de una nueva Constitución política, darle un rol promotor y regulador al Estado, uno reformado, con un nuevo servicio público, que use los recursos de manera eficaz, que asigne los recursos a los sectores más vulnerables, que eleve la calidad de los servicios de salud y educación, y que lo haga con transparencia. Que cobre los impuestos de manera efectiva y en la escala de ingresos, que promueva a las MYPES y facilite la iniciativa privada nacional, defendiendo también los derechos de los trabajadores.

Nuestra izquierda no ha sido capaz de ponerse de acuerdo en ese programa, y más bien han primado las consideraciones de líderes y candidatos naturales, de espíritu de grupo, la negociación de cúpulas. El nacionalismo tenía la posibliidad de liderar el proceso, pero antepuso sus condiciones para llegar a un acuerdo con la izquierda inscrita: el MNI.

Los zurdos jugaron también su partido. Los principales líderes históricos de la izquierda no parecen haber asumido a cabalidad sus errores. Repiten las taras de los 80 y del 2006. Ahora algunos aparecen ubicados en la lista nacionalista, los otros se atrincheran en sus membretes para ver que les llegue su turno. Lo cierto es que este reciente descalabro no hace más que confirmar que los actuales dirigentes no han promovido un nuevo liderazgo que muestre el verdadero sentido de continuidad y renovación, que no deje de furgón de cola a la izquierda, sino le de un perfil, un discurso y figuras propias.

La unidad no es una quimera. Es una estrategia para lograr alcanzar el gobierno, para configurar una correlación de fuerzas para un cambio. Es ahora, que la inscripción legal de los grupos zurdos en carrera peligra más que nunca ante su estrechez de mirada, que debemos poner sobre la mesa nuevamente la renovación y la conformación de un nuevo sujeto que represente a las corrientes de izquierda, que anteponga los principios y el programa antes que el inmediatismo electoral. Por ahora, todo indica que el nacionalismo será la opción del cambio.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cambalache electoral


La derecha se desespera y la izquierda no se une

Por Luis Gárate

29-11-10


La cercanía de las elecciones generales del 2011 está produciendo todo tipo de acercamientos políticos. Es que con tal de llegar a la llamada casa de Pizarro, los variopintos personajes de la política peruana juegan todas sus cartas y tejen todo tipo de relaciones.


Nos llama mucho la atención la manera en que en este juego la derecha busca concentrar sus fuerzas, jugando a alternativas muy pegadas al libreto neoliberal. Por un lado la reciente candidatura armada por el PPC y por Alianza para el Progreso, Partido Humanista y Restauración Nacional. La encabeza Pedro Pablo Kuczynski, el ciudadano norteamericano-peruano que ha pasado por decenas de cargos en el Estado y se caracteriza por su defensa de intereses privados antes que los intereses públicos.


Los acompañantes de PPK son el PPC, el partido que se resistió a reconocer el triunfo de Susana en Lima y vinculado a Cataño; APP el partido del millonario Acuña, que maneja su organización al estilo de una empresa y parece consolidarse en la costa norte; el PH que solo parece existir alrededor de la figura de Yehude Simon y Restauración Nacional, que gira en torno al conservador pastor Humberto Lay.


Por su lado el Apra no se queda atrás en la radical lógica alanista del “perro del hortelano”. Con la reciente ratificación de la candidatura de Mechita Aráoz, ponen a la cabeza a una preclara exponente de la ortodoxia del libre mercado y los TLC. Peor aún, Jorge del Castillo sale orondo a decir que están conversando una alianza con Rafael Rey, el ex ministro de defensa y caballero ultraconservador del Opus, y con Siempre Unidos, el grupo liderado por el fujimorista alcalde de los Olivos, Felipe Castillo, y que está acumulando fuerzas en los distritos de Lima norte. Ni el histórico Armando Villanueva, que se sigue llamando de “izquierda democrática, ha faltado al saludo a Mechita. Algo que encuentra aval en las permanentes oscilaciones ideológicas del aprismo.


Por su lado están las candidaturas de Toledo, con la adhesión rechazada de Popy Olivera, la de Somos Perú, y en conversaciones con Acción Popular. En otra esquina está la candidata fujimorista de Keiko, que sabemos bien es la búsqueda del retorno de la impunidad y la amnistía al “chino”.


De esta manera el APRA se corre más a la derecha y el PPC, por presión de la misma Lourdes Flores, deja de lado del mudo Luis Castañeda para ir con el PPK. Castañeda sabe bien que su plaza electoral se asienta en Lima, más no en provincias a donde llega a las justas gracias a su negocio de los Hospitales de la Solidaridad.


Por el lado izquierdo pareciera que se abren dos espectros. Por un lado la candidatura de Ollanta Humala por el PNP, que plantea una unidad programática, pero por razones no claras parece no entenderse con la izquierda. Otras fuerzas como el MNI que plantean la unidad de todos, pasando por Fuerza Social, Tierra y Libertad y el nacionalismo. El MNI ya firmó una alianza con los Fonavistas y conversa también con Alberto Pizango. Por su lado, Fuerza Social cerró toda posibilidad de alianza con el PNP. Se ponen a los candidatos por encima del programa, por eso desde FS se barajan las candidaturas del ahora cuestionado Nano Guerra, del embajador Rodríguez Cuadros y del padre Marco Arana. Lo cierto es que no sonará muy bien a los votantes que buscan el cambio, el tener dos o más candidaturas progresistas.


Una cosa si está clara. No se trata de una disputa entre capitalistas y comunistas, ni entre liberales y socialistas. Son todas candidaturas que plantean seguir en el sistema, en las reglas de la democracia representativa y el capitalismo, con la diferencia que unas quieren seguir con las cosas como están y con el “chorreo” neoliberal, mientras otras se plantean unas reglas de juego para un capitalismo más “nacional” y más redistributivo. Dejemos claro eso, ante el burdo intento de los grupos de poder y sus medios de poner la cosa entre los pro-sistema y anti-sistema. Se trata del cambio o la continuidad del modelo.


¿Tendrán posibilidades las eventuales candidaturas cuestionadoras del orden imperante? Difícil predecirlo, pero si combinan una fuerza nacional, unitaria y una candidatura que recoja las ánimos descentralistas de las provincias, que promueva el empleo con derechos, con justa redistribución de riquezas, con derechos ambientales y a las consultas ciudadanas, tendrán mejores posibilidades que las desesperadas candidaturas de la derecha.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mechita de mis ensueños


Terminada la fiesta criolla, el Apra lanza a su candidata neoliberal

Por Luis Gárate

03-11-10

Los coqueteos del Apra con la derecha no son ninguna novedad. Lo saben bien los viejos que vieron las traiciones de la dirigencia aprista a sus militantes más consecuentes que intentaron –hasta entregar la vida- llevar a cabo el programa del “partido del pueblo” en sucesos como la rebelión de Trujillo en 1932 y la del Callao en 1948.

La reciente proclamación de Mercedes Araóz como candidata presidencial de Apra es la última perla. No haremos toda una relación histórica de las jugarretas políticas del aprismo en la variopinta historia política peruana. Basta mencionar las más recientes, en las que juntaron a perro, pericote y gato -como solo ellos lo saben hacer- para poder asegurar el control de la mesa directiva y de las mayorías en el Congreso.

Sabemos bien que para asegurar la victoria de Alan, el Apra no tardó en tranzar con los grupos de poder, expresados entre otros en las dos vicepresidencias que le concedieron al fujimorismo más recalcitrante. Poner el marino Giampietri y a la señora Del Solar, que han demostrado ser figuras decorativas, era un mensaje claro a la derecha peruana para decirle que ellos si podían parar el “amenazante” avance electoral de Humala en el 2006.

Y fue mucho más allá. Olvidando todas sus promesas del “cambio responsable” y por supuesto el programa aprista, el gobierno de García inauguró en su nuevo espacio y tiempo su neoliberalismo extremo, ilustrado en la doctrina del “perro del hortelano”. Justamente por eso ahora García premia a la que ha sido una de sus mas fervorosas abanderadas, la ahora candidata presidencial aprista, Mechita Araóz.

De Mechita sabíamos que era una dedicada profesora de la Universidad del Pacífico, conocida consultora internacional, que ha pasado por instituciones multilaterales, entre otros aciertos académicos. La veíamos paseándose varias veces a la semana pontificando sobre las virtudes del libre mercado en el programita que Aldo Mariátegui en el cable y por varias entrevistas en la prensa en su calidad de “técnica”, como a ella le gusta autodenominarse.

Ya conocemos muy bien ese cuento de los “técnicos” –recordemos sino a PPK en la última campaña del “miedo de los mercados” contra Susana- que se pintan como neutrales, para así blanquear su clara opción ideológica. Es que para ellos ideológico es sinónimo de trasnochado, de fracasado, de caviarismo o zurdismo.

Por eso insisten tanto, como lo sigue haciendo Mechita, en presentarse como buenos “técnicos” y “asesores” al mismo estilo de Fujimori. No son políticos, sino “buenos” ejecutores. A estas alturas del partido, ya sabemos bien por donde van muchos de estos supuestos independientes. Son los mejores ejecutores de los planes de terceros, de los grandes lobbystas y de las jugadas de grandes poderes extranjeros. Son más papistas que el Papa, y harán todo lo que esté a su alcance cuando se trate de aplicar la ortodoxia teórica del Consenso de Washington o el FMI.

Mechita no se caracteriza precisamente por su ponderación, sino por sus exabruptos y por su cerrada defensa, no solo de sus posiciones pro mercado, sino también de haber provocado incidentes hasta internacionales. No dudó en pelearse con el gobierno de Rafael Correa y el de Evo Morales por sus medidas progresistas, así como tampoco de echar más leña al fuego en conflictos como en el Cusco cuando fue ministra de turismo, o su defensa radical del TLC que terminó en los trágicos sucesos de Bagua.

Pero Mechita Araóz claramente es una más del espectro derecho. El Apra y Mechita juegan a encabezar una derecha que está en búsqueda del candidato que siga el modelo, que no sabe bien si apostar por Castañeda, que parece desinflarse, por Keiko, que es el retorno de la mafia, o por Toledo, que es muy incierto. Mientras tanto Mechita asegura que ella continuará lo bueno pero ahora con "rostro social". Cómo será eso, porque dice que seguirá los “20 años de exitoso modelo económico” que justamente han generado tanta desigualdad. Pero Mechita no se preocupa, por eso agradece “la buena y didáctica” recepción que le está dando la prensa.

Fueron Jorgito del Castillo, implicado en las turbulencias de los petroaudios, y Omar Quezada, implicado en los tristes casos de Cofopri, los que lanzaron la “precandidatura” presidencial de Mechita por el partido de la estrella. Vaya acreditación. A estas alturas solo nos queda hacer un llamado –aunque con pocas esperanzas- a los apristas decentes que puedan quedar entre los escombros de su mellada y vapuleada doctrina, para que traten de recuperar la dignidad de sus propuestas progresistas originarias, y no se dejen pisotear por los desvaríos del presidente y el gobierno de los faenones, los negociados y las cachetadas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Proceso electoral y renovación


Por Luis Gárate*

23-10-10

La discusión abierta sobre los próximos comicios generales de 2011 y el segundo encuentro de las izquierdas en Lima, han puesto nuevamente sobre la mesa la importancia de delinear la manera en que la izquierda peruana se va a unificar y consolidar, más allá de la perspectiva electoral inmediata.

No cabe duda que el reciente proceso de la confluencia que encabezó Susana Villarán en Lima, así como algunas otras experiencias unitarias en provincias como Cajamarca o Junín nos muestran la importancia de la unidad de las fuerzas populares. Pero también nos revelan que la dinámica de estas elecciones regionales y locales está marcada por la fuerza y carisma de los candidatos, más que los programas o las identidades partidarias.

Hablamos también de la renovación, puesto que vemos con preocupación que aún nuestra izquierda y una parte importante de sus voceros y líderes no dan aún el salto que se necesita para asegurar que en el caso de ganar un gobierno, ya sea este local, regional o incluso nacional, se pueda asegurar la capacidad y la eficiencia en la gestión.

Vemos que gran parte del debate gira en torno a las personas que serán los “candidatos naturales”, a las personas que serán los “dirigentes”, a la mayor o menor “radicalidad” de los discursos, dejando en segundo plano la importancia de la discusión de un programa común y la formación de los equipos que puedan asegurar y garantizar una gestión de gobierno.

Echemos un vistazo a los casos de fuerzas políticas con más experiencia acumulada, que han asegurado sus avances electorales en gran medida debido a sus exitosas experiencias de gobiernos federales, regionales y locales. Tal es el caso del Partido de los Trabajadores del Brasil, el Frente Amplio en El Uruguay, el Frente Farabundo Martí en El Salvador, entre otros, que destacan por su acumulación de gestiones con programas sociales eficientes, altos grados de participación ciudadana y transparencia.

En este sentido cobra vital importancia el concentrarnos en asegurar la victoria de Fuerza Social y la confluencia en Lima -que se ve apañada por burdas maniobras políticas y legales del gobierno aprista y la derecha- y de asegurar también la conformación de buenos equipos de gobierno, en casos como el gobierno regional de Cajamarca, el gobierno regional de Junín y otros donde exista una presencia importante de militantes de izquierdas.

El reto es grande, pues podemos ver desde ya como las clases dominantes y los grupos de poder tradicional están haciendo todo lo posible por evitar el éxito de las fuerzas del cambio, y estamos seguros que seguirán en esa línea para generar todas las trabas políticas y las argucias legales para buscar que las gestiones progresistas sean un fracaso, como es el caso de los recortes presupuestales.

Por eso nuestro hincapié en la renovación, no entendida como confrontación generacional o “los viejos a la tumba” -al decir de Gonzáles Prada- sino como una urgente renovación de estilos y cuadros en la perspectiva de asegurar el buen gobierno y de ir sentando las bases de un proyecto nacional de largo alcance.

Nos queda claro que en esta coyuntura la unidad de todas las fuerzas -las de izquierda, nacionalistas y progresistas- en una lista o frente electoral para las elecciones presidenciales, se avizora muy difícil, pues priman estilos caudillistas, de cuotas y miradas cortoplacistas que nos impiden conformar un proyecto sólido de transformación social.

Es necesario preguntarnos por qué el acento en la renovación. Pues porque haciendo una mirada retrospectiva de las gestiones de izquierda peruana en los años 80 y 90, así como en algunas más recientes, encontramos que hubo aciertos, pero también graves deficiencias. Casos de gobiernos regionales y locales, donde lamentablemente se apreció que hay una clamorosa falta de cuadros preparados y en las que se reproducen los vicios del sistema como la corrupción, el burocratismo y el estilo administrativo, sin haber creado las bases de una ruptura con el estilo patrimonial e improvisado de la política peruana.

Es en este escenario, en el que los jóvenes militantes, simpatizantes y amigos de los partidos y colectivos hemos confluido en los procesos unitarios de Lima y del país, que nos debemos integrar y acompañar con fuerza a las gestiones de gobierno ganadas, y juntos iniciemos el proceso de formación política y programática necesarias para afrontar el gran reto de darle al Perú una alternativa frente al estilo tradicional y al neoliberalismo. Una propuesta que garantice democracia participativa, desarrollo económico y ambiental soberano y sostenible, con desarrollo social, con transparencia y eficiencia en la gestión.

*Periodista y militante del Movimiento Nueva Izquierda

jueves, 23 de septiembre de 2010

Se afirma la candidatura de la gente


La derecha aterrada en la última fase de la campaña municipal

Por Luis Gárate
23-09-10

Nos encontramos a pocos días del cierre de la campaña electoral municipal, y la guerra sucia crece en la misma medida que las encuestas muestran que la candidata SusanaVillarán ha superado por varios puntos a Lourdes Flores.

Como era de esperarse, la derecha peruana ha recurrido a todo tipo de métodos para tratar de evitar que una alternativa progresista pueda ganar en Lima. Han buscado ideologizar la campaña, y endilgarle a Villarán su alianza con los “extremistas” de Patria Roja, cuando en la realidad lo que existe es una alianza política con el Movimiento Nueva Izquierda, del que el Partido Comunista del Perú- Patria Roja es parte.

Esta campaña sucia comenzó cuando Lourdes Flores señaló que las ideas “trasnochadas” de Patria Roja gobernarían Lima, que se le daría “el manejo de la educación al SUTEP”. Hace poco la campaña se ha expresado en la masiva difusión de volantes apócrifos que buscan mostrar que los “radicales” comunistas de Patria Roja buscan apoderarse por la Municipalidad de Lima a partir de su apoyo a la “camarada” Villarán.

Otro burdo intento de macartsimo y de intolerancia que, como han señalado analistas serios como Santiago Pedraglio, olvidan que los comunistas pueden ser parte de gobiernos democráticos y progresistas, como lo demuestran el caso de Lula en Brasil apoyado por el PCdoB, de Pepe Mujica con el Frente Amplio apoyado por el PC Uruguayo o de la Concertación en Chile con respaldo del PC de Chile. Asimismo los voceros del MNI han aclarado con firmeza, que la alianza no es por puestos o cuotas, sino por un programa.

Es el MNI, como frente político, es el que participa en la alianza con Fuerza Social y otras fuerzas políticas. En ese espacio se integran todos los izquierdistas, los comunistas, los socialistas y sectores democráticos que buscan un cambio y tienen un punto de encuentro a partir de un programa concreto para la ciudad de lima. Debemos estar atentos, pues la estrategia de algunos es abrir una cuña para poner a los izquierdistas y a los comunistas como la parte oscura y prescindible de esta confluencia.

Asimismo otra reciente acusación es que el “humalismo” estaría apoyando a Villarán, todo porque en una reciente convención nacionalista las bases de Lima decidieron brindar su apoyo a la candidata de Fuerza Social. Esto no necesariamente compromete a Ollanta Humala, quien se expresó de acuerdo con la decisión de sus bases pero no ha expresado que exista una alianza de algún tipo.

Lo que revela esta estrategia es que Lourdes Flores está desesperada. Lo está por el cúmulo de errores que ha y que sigue cometiendo en su campaña, su burda estrategia de trazar “líneas divisorias” entre la "decencia y la corrupción", entre el “progreso y el retroceso” no hacen sino reveler su desesperación. A esto se aúna la emisión de unos audios donde se revela sus peligrosas conversaciones con el lobista Remigio Moráles Bermúdez con empresas extranjeras en materia de servicios de saneamiento y transporte. Los audios posteriores más bien nos muestran su interés de cambiar las cifras de la encuestadora Apoyo que reafirman la subida de Susana Villarán. Luego escuchamos con estupor su desmesurada reacción señalando que la carrera municipal “le importaba poco”, que era “una porquería” y que podían “meterse al poto” la alcaldía de Lima.

Para Flores y algunos sus analistas amigos estas declaraciones altisonantes iban a “humanizarla” y hasta sumarle votos, sin embargo las encuestas del último domingo revelaron que su tendencia a la baja se mantenía, y hasta le daban una brecha de entre 10 y 15 puntos a favor de Villarán.

Las puyas más recientes buscan desacreditar las propuestas de Fuerza social. La derecha y sus medios señalan que Susana buscaría cerrar o en el peor de los casos “estatizar” los hospitales de la Solidaridad. También la misma Lourdes Flores ha señalado que Villarán pretende “cerrar” el Programa del vaso de leche. Ambas cosas son totalmente falsas, pues hemos señalado con claridad que de lo que se trata es corregir lo malo, es decir, al igual que la propuesta de Unidad Nacional, es integrar a los Hospitales de la Solidaridad a las redes públicas para que existan historias médicas (que en los HS no existen) integradas e incluso se ha hablado de que las boticas solidarias vendan medicamentos genéricos para abaratar su acceso. En el caso de los programas sociales municipales se ha planteado un programa piloto de bonos alimentarios de 100 soles que se iniciará en el cercado de Lima y que de ninguna manera impedirá la entrega del vaso de leche, lo que se busca es complementar de mejor manera los programas.

A la campaña del miedo se han sumado el actual alcalde de Lima y aliado del PPC, Luis Castañeda, que se alista para las lides presidenciales, señalando que no pueden hacerse “propuestas inviables”, en clara alusión a Villarán. También Alan García y sus acólitos, desde su aprismo neoliberal, no han tardado en señalar que los mercados estarían asustados por la posibilidad que propuestas de izquierda asuman niveles de gobierno.

Por otra lado debemos señalar que si bien la figura de Susana está calando cada vez más en la gente, las campañas distritales de Fuerza Social no han despegado, lo que nos revelería una dinámica muy particular donde muchas candidaturas que van a la reelección se sustentan en la lógica odriista, que es ahora la máxima de Castañeda, de los “hechos y no palabras”. Se ufanan de algunas grandes obras desplegadas y están invirtiendo buenas sumas de dinero, donde no podemos descartar grandes flujos de corrupción. Ante esta situación, la necesidad de fortalecer la presencia de Susana con los candidatos distritales es esencial, y reforzar el proceso de capacitación de personeros en los distritos que resguarden el voto es un imperativo.

Estamos seguros que la guerra sucia y el barro con ventilador seguirán, mientras crezca la adhesión ciudadana a la candidatura austera y alternativa de FS, y por oto lado vaya en aumento la desesperación de la millonaria maquinaria que acompaña a Lourdes y sus amigos con sus carteles, spots radiales, televisivos y con sus burdas estrategias de campañas de miedo y desprestigio.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Mamita ¡los rojos otra vez!


El viejo cuco comunista en las elecciones…algunas preguntas y respuestas

Por Luis Gárate

03-09-10


Los grupos de poder, la derecha y sus líderes de opinión están desesperados ante la vertiginosa subida en las preferencias ciudadanas de la candidatura progresista y unitaria que encabeza Susana Villarán para la alcaldía de Lima. Se desesperan pues mientras ellos gastan cientos de miles, la campaña austera de Susana sigue calando en la gente.


Buscan con sus portadas y sus “denuncias de investigación” destruir la imagen de la candidata, y en especial enfilan sus ataques a un grupo aliado de la candidata Villarán en especial, el Movimiento Nueva Izquierda.


Patria Roja y el MNI ¿qué son? Es necesario dejar en claro que el MNI es un frente político y electoral, impulsado por el Partido Comunista del Perú -Patria Roja, junto a otros colectivos y ciudadanos que coinciden en un programa amplio y de izquierda por refundar el país, por construir una democracia participativa con un Estado soberano sobre sus recursos naturales.


Patria Roja es el nombre del periódico oficial y la web del PC del P. Como partido comunista reivindica las mejores ideas de Marx y Lenin, las que nos hablan de construir una sociedad justa y solidaria; la idea de la revolución no como muerte, sino como una idea de cambio de raíz, que en muchos casos implica enfrentar con firmeza a las fuerzas tradicionales que se oponen con violencia a los cambios a favor de los oprimidos. Reconoce la lucha de clases como un hecho de la realidad, y por eso plantea representar a las clases oprimidas, al pueblo y los trabajadores. No es hipócrita, como Lourdes y el PPC, que dicen representar a todos, pero como todos saben representan a los más poderosos.


¿Patria Roja y el MNI creen en la democracia? Saquemos cuentas. Patria Roja tuvo, como gran parte de la izquierda, una mirada muy crítica de las dictaduras militares y un escepticismo de la supuesta democracia donde gobernaban las oligarquías excluyentes, en medio del gamonalismo y la exclusión de millones de peruanos.


Pero desde los años 80 entendió que la mejor forma de acceder a ser gobierno es a través de los procesos electorales. Fue así que participó en 1980 a través del UNIR con la candidatura presidencial del histórico fundador del SUTEP, el profesor Horacio Zeballos. Luego fue impulsor del frente Izquierda Unida, que permitió que miles de peruanos humildes, trabajadores, intelectuales, pobladores, mujeres de base y universitarios puedan participar en política activa, desde los gobiernos locales y llegando a una de las gestiones más limpias y democráticas que haya tenido Lima, la de Alfonso Barrantes Lingán “Frejolito”.


Recordemos que PR y el MNI, creado en los 90, estuvieron en la primera fila para luchar contra la dictadura corrupta de Fujimori y Montesinos, justamente para recuperar la democracia.


¿Patria Roja y el MNI son terroristas? Terrorismo implica usar métodos que infundan terror en la población para conseguir fines políticos. Patria Roja desde su origen en los 60 enfrentó a Sendero y al MRTA, y confrontó siempre con la visión dogmática y acciones genocidas de este grupo, a tal punto que perdió a varios militantes a manos del grupo de Abimael Guzmán, como el maestro Ledgar Muñoz o el joven Guyen Ilares.


Patria Roja participa además activamente de las luchas sociales del pueblo. Por eso es acusada, como muchos otros grupos, de “agitador” y “extremista”. Está presente con los campesinos que defienden sus tierras de los abusos de algunas mineras, de los trabajadores que piden mejoras, de los maestros que quieren cambios en la educación, de los ciudadanos que quieren más tolerancia de ideas, que se oponen a las guerras y piden una mejor calidad de vida. PR condena, de esta manera, los métodos terroristas, vengan de grupos armados como de los Estados.


¿Patria Roja y el MNI defienden a Cuba y Venezuela? Sí, porque creen con firmeza en los mejores aportes de estos procesos socialistas, así como el de Lula en Brasil y Evo en Bolivia, que buscan el bienestar de las mayorías, que dan salud y educación de calidad a las mayorías, que buscan la participación de los trabajadores en la economía y otorgan altos niveles de la población organizada en el control de la gestión pública.


¿El SUTEP es una traba para la educación? Muchos profesores comunistas participan en la dirección del sindicato magisterial, pero ¿quién es el responsable de la crisis de la educación, los maestros o el Estado? ¿Quién es responsable que unos pocos reciban una educación elitista y las mayorías tengan una educación pública deficiente? No hay que perder el origen del problema, asumiendo que también los maestros deben ser parte de la solución, pero no solos.


Paria Roja, y ahora el MNI, han cometido errores, sin duda. Como toda organización compuesta por seres humanos y más aún que se juega por la política activa y en las luchas sociales. Hubo lecturas y prácticas dogmáticas y sectarias. Hubo personajes que se aprovecharon de la organización. Los hubo. Patria Roja lo reconoce y busca por eso rectificar y renovarse.


Los comunistas y los izquierdistas tienen derecho a participar en política, a plantear una renovación de la misma con sus viejos y sus nuevos cuadros y líderes. Los que se llaman demócratas, los neoliberales y conservadores, los fujimoristas reciclados, piden ahora persecución y condena pública. Los comunistas e izquierdistas peruanos piden seguir aportando ideas y propuestas para un Perú más justo y democrático. Ahora se han puesto de acuerdo en una propuesta progresista junto a Susana Villarán de Fuerza Social, el movimiento Tierra y Libertad y Lima para todos. Que se debata entonces con altura y con propuestas en esta coyuntura.

jueves, 12 de agosto de 2010

¿Cómo sería una Lima progre?


Por Luis Gárate
12-08-10

Resulta fácil darse cuenta que en las campañas de hoy casi ni se discuten los planes de gobierno y las orientaciones ideológicas de los candidatos. La política cada vez más es de caras y figuras, más que partidos y doctrinas, lo que lleva a pensar a muchos que no existen grandes diferencias entre las propuestas políticas.

La pregunta que muchos se harán entonces es ¿cuál es la diferencia que existe entre las candidaturas de Lourdes Flores, Alex Kouri, Humberto Lay, Fernando Andrade y la de Susana Villarán? Por mencionar a las más sonadas.

Las candidaturas de Flores, Kouri, Andrade y Lay parecen tener más elementos en común, en relación a la de Susana Villarán. No pretendemos decir que Villarán represente una suerte de candidatura incuestionable, pero si es necesario distinguir las notables diferencias de enfoque que puede haber sobre el manejo de los asuntos públicos y en especial sobre la gestión de la ciudad.

Hay muchos temas en los que podemos ver las diferencias. El tema de la corrupción y la transparencia es un tema clave. Las serias denuncias que pesan contra personajes como Kouri, Lourdes y Castañeda nos muestran la manera en que estos personajes manejan sus asuntos privados y la cosa pública.

El tratamiento de la desigualdad y la pobreza es de gran importancia. Si bien Lima parece concentrar el crecimiento económico del país cuando vemos los nuevos edificios y negocios, los niveles de desigualdad y de pobreza siguen siendo elevados. Por ejemplo en Lima se concentra un 60 por ciento de casos de TBC a nivel nacional, es decir unos 33 mil casos anuales. Un claro síntoma de problemas de pobreza y hacinamiento.

La inseguridad es alarmante. La solución no será poner más perros rottweiler y serenos en cada esquina. La seguridad parte desde la prevención familiar y el control vecinal, coordinando claro con una policía metropolitana fortalecida y estimulada. Asimismo haciendo efectiva la propuesta de devolverle a la ciudad con labores comunales para las penas menores.

Enfrentar la violencia es también enfrentar la violencia familiar y, en especial, la violencia contra la mujer. Una Lima progre también haría efectivos los Planes de Igualdad de Oportunidades para promover la equidad de género.

Se deben realizar obras y políticas públicas. Por supuesto. Es necesario avanzar en mejorar el transporte público, en la infraestructura y equipamientos urbanos, es decir vías adecuadas y mantenidas, veredas, áreas verdes, espacios públicos de recreación y cultura para las familias y los jóvenes. Lo principal de una gestión progre es anteponer lo público ante lo privado. No es que todo deba ser público, sino que la municipalidad defienda al vecino antes que a las grandes empresas. Lo público es que Lima asuma su rol de autoridad y sus funciones especiales de región, que por ejemplo implica los temas de salud, educación, acceso al suelo y la vivienda.

No se trata de idealizar a la izquierda, pues no está exenta de cometer errores, y de caer en excesos y hasta en actos de corrupción. La única y principal garantía de un gobierno progresista y de izquierda es que aliente elevados niveles de participación y control de los vecinos, que no solo deben ser escuchados a través de propuestas como la Defensoría del vecino, sino tener la oportunidad de vigilar y fiscalizar la gestión. Por eso es muy importante poner en funcionamiento la Asamblea Metropolitana de Lima, espacio que existe por ley, pero de ser efectiva debería reunir a la autoridad municipal, a los alcaldes distritales y a los representantes de la sociedad civil organizada.

Estos son algunos de los principales rasgos de lo que sería una Lima progre. Mientras vivamos en medio de la indiferencia y la tolerancia a la corrupción, y mientras las fuerzas progresistas y de izquierda no regresen a hacer un trabajo educativo cotidiano, del día a día junto a los ciudadanos de a pie, no podremos generar los cambios de fondo a los que aspiramos. Pero hemos dado un buen comienzo, con la conformación de una lista de confluencia entre los partidos Fuerza Social, Movimiento Nueva Izquierda, Tierra y Libertad y Lima para todos con la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía, que ofrece una garantía de tener como eje de gestión la transparencia, y que estará asegurada por la voluntad política y más aún, cuando decidamos involucrarnos en los asuntos públicos, los que nos afectan a todas y a todos.

martes, 6 de julio de 2010

Se elevan las fiebres electorales


Por Luis Gárate

05-07-10


A pesar del intenso frío que se vive en la capital, cada día que nos acerca más al tres de octubre eleva la temperatura en el ambiente electoral y hace que se afiebren todo tipo de personajes de larga data o recién llegados a la política.


No solo se anima la campaña electoral a nivel regional y local, sino también la presidencial, que apunta al 2011. No faltan los personajes que desde alguna posición de poder cree que es presidenciable. Ahora esa fiebre le ha tocado a la neoliberal ministra de economía del Apra, la señora Mercedes Aráoz, y hasta al presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, quien ha dicho que “a pedido de los universitarios del país” estaría pensando en la posibilidad de postular. Otros personajes, como el escritor Jaime Bayly no ha dudado en poner sus primeras pancartas y en lanzar el símbolo del cannabis como emblema de campaña.


En Lima, los ataques entre los “favoritos” Alex Kouri y Lourdes Flores no dejan de aumentar. Lo curioso es que estos dos candidatos representan matices de la derecha, y deben su origen a las filas del PPC. Por su parte el Apra ha lanzado al ruedo como candidato al sillón de Lima a Carlos Roca. Les siguen las candidaturas de Fernando Andrade por Somos Perú, por Restauración Nacional la del pastor Humberto Lay, Luis Iberico por Alianza para el Progreso y María de la Puente por el Partido Humanista de Yehude Simon.


Desde el lado progresista ya está en el ruedo la candidatura de Susana Villarán, que tuvo también sus tropiezos. La unidad de Fuerza Social, Movimiento Nueva Izquierda, Tierra y Libertad y Lima para todos ha prosperado a pocos días del cierre de la inscripción ante los registros electorales, y se ha sellado como una alianza política más que formal, pues los grupos de izquierda irán bajo las banderas de la recientemente inscrita Fuerza Social.


Hay que anotar que, a pesar de algunos esfuerzos desde las bases para lograr niveles de diálogo y entendimiento democráticos, al final han aparecido encabezando las listas algunos personajes de poco arraigo en la comunidad y que muestran cierta improvisación, que es una de las principales críticas que hacemos a los oportunismos de la derecha.


Esta campaña que, gracias a los medios está siendo monopolizada por 2 candidatos, debería servir para poner algunos puntos en el debate, como los enfoques de gestión de la ciudad, la distribución de poder de Lima metropolitana en relación a los distritos, los temas de transporte públicos y seguridad ciudadana, la eficacia de los programas sociales metropolitanos, entre otros.


Nos queda claro que la cercanía a los comicios afiebra a muchos personajes. Las elecciones son sin duda un momento clave del proceso democrático, pues deberían permitir (en teoría) poner en la palestra las propuestas programáticas y los perfiles más idóneos para gestionar los asuntos públicos.


En realidad lo que juegan son los atributos personales y la capacidad de realizar obras concretas, apoyadas, claro, en la capacidad de vincularse a los medios de comunicación masivos y de invertir en millonarias campañas publicitarias. En este escenario desde la izquierda no podemos apostar entonces a lanzarnos al ruedo como en una apuesta, a jugar en una cancha desigual, donde sabemos que pesa mucho la imagen construida a partir del dinero. Los resultados de las últimas campañas presidenciales y locales nos deberían obligar a hacer política ciudadana en serio, para ir construyendo liderazgos públicos y equipos profesionales con capacidad de propuesta y gestión.


En esta coyuntura, desde la candidatura unitaria de Susana Villarán en Lima, y las candidaturas populares en provincias, hay que enfilar claro con la propuesta programática alternativa para las gestiones, distinguiéndonos del monocolor de los enfoques neoliberales, buscando demostrar que es posible realizar obras importantes para la ciudad con transparencia y desarrollando una gestión democrática, que se asiente en la activa participación y fiscalización de los vecinos.

jueves, 10 de junio de 2010

La ficción capitalista de Don Hernando


La predica de Hernando de Soto dirigida ahora a las comunidades nativas de la amazonía

Por Luis Gárate
11-06-10

El célebre apóstol del capitalismo Hernando De Soto ha regresado con fuerza para intentar convencernos que los sucesos de Bagua no solo fueron expresión de la histórica postergación de los nativos amazónicos, más bien de su exclusión de una “verdadera” institucionalidad capitalista

Como lo ha hecho en sus trabajos anteriores, De Soto plantea ahora bajo el título de “La amazonía no es Avatar” la idea de que a los peruanos pobres lo que les falta es brindarles las condiciones para que ingresen al mercado con sus “capitales dormidos”, y puedan integrase a plenitud como sujetos activos de la oferta y la demanda

Al autor del “Misterio del capital”, nos dice que son los estudiosos de las ONG y la academia los que pretenden pintar una imagen de un supuesto comunismo indígena y de que los nativos tienen una cultura no compatible con la globalización.

Según De Soto, él y sus investigadores del Instituto Libertad y Democracia se reunieron y abordaron a 200 comunidades nativas a lo largo de 8 meses, a partir de lo cual llegaron a la conclusión de que en realidad los nativos solo quieren ser parte del desarrollo económico, del comercio, de los servicios de salud y educación.

De Soto también señala que el problema radica esencialmente en la falta de claridad de la legislación sobre la propiedad comunal de los nativos, que les impide transferir la propiedad de manera eficiente. Para Don Hernando se trata de que el Estado les otorgue facilidades legales para la propiedad y delimitación de sus tierras para que los nativos empiecen a negociar en mejores términos con el gran capital y de esa manera, se integren plena y alegremente a la globalización capitalista.

Afirma el estudio del ILD, que los nativos quieren constituir empresas familiares e individuales y no comunales, que habrían demostrado su total ineficiencia. Incluso que el 50 por ciento de los consultados desearían que sus hijos no vivan en las comunidades sino que salgan a vivir fuera, en las “condiciones de todos los demás peruanos”.

Marx mismo señalaba que el capitalismo en una primera etapa tendría un efecto modernizador y de progreso, y en ese sentido está claro que el modelo capitalista peruano no ha podido incluir históricamente a las comunidades indígenas y nativas de la amazonía.

Cabe recordarle al señor De Soto que el capitalismo versión anglosajona y germinal de los pioneros, arrasó con los grupos indígenas norteamericanos en su expansión económica. Vemos ahora como los grupos indígenas son una suerte de atractivos turísticos y del recuerdo en Estados Unidos.

Asimismo hay que explicarle que no solo existe la propiedad individual y empresarial. Él rechaza las otras formas de propiedad, la social y comunal, que más bien buscan el beneficio colectivo y la distribución equitativa de utilidades. Para De Soto sólo es válida la apropiación individual de la riqueza, la única que según él traerá el desarrollo.

Para citar al profesor Rodrigo Montoya sobre la concepción amazónica del territorio: “El territorio es en primera y en última instancia una madre y todo lo que esa noción implica para su manejo. Si los indígenas son hijos de esa madre le deben el mayor de los respetos y se sirven de ella gracias al principio de reciprocidad para ofrecer a todas y cada una de las unidades domésticas los medios para vivir. No es posible excluir a unas para beneficiar a otras. En este punto se encuentra la diferencia específica con la organización capitalista del espacio y la sociedad que fomenta la acumulación de la riqueza individual, en beneficio de unos y sacrificando a los otros. Para HdS, como para todos los capitalistas, el territorio es una extensión de tierra cuyo valor depende de un título de propiedad y punto.” (Perú: Evangelio capitalista en la amazonía, según Hernando de Soto)

Asimismo, Don Hernando olvida que la lucha de los nativos surgió no solo ante la prepotencia del gobierno aprista que quiso imponer los decretos del TLC con EEUU sin consultar a las comunidades, sino también porque los nativos conocen perfectamente el papel que las grandes empresas petroleras y extractivas, que han devastado grandes extensiones del territorio amazónico. Precisamente igual de arrasadores que esos tractores futuristas que destruyen las comunidades en Pandora, como muestra James Cameron en la película Avatar.

De Soto se pretende un estudioso objetivo, y señala que habría que consultarles a los mismos nativos a través de mecanismos como la consulta ciudadana para saber qué modelo de desarrollo les conviene. Reclama también que no haya manipulación. Que no la haya, y de ningún lado. De lo que no hay duda es que la sabiduría de los Apus, los chamanes y las comunidades demostrarán que las pretensiones de estos apóstoles del gran capital se darán de cara con la realidad.

lunes, 31 de mayo de 2010

La desvergüenza de la derecha


Se demuestra la farsa de la disyuntiva entre “éticos” y “corruptos”
Justificar a ambos ladosPor Luis Gárate
31-05-10

La campaña electoral para los comicios municipales está demostrándole el grado de desvergüenza que tienen algunos políticos con tal de alcanzar el ansiado sillón edilicio.


Esta desesperación ha generado el desbande, en particular, en las fuerzas de la derecha. Primero Lourdes Flores y los medios de comunicación pretendieron presentarla como la candidata “decente” frente a la figura “corrupta” y “montesinista” del ex presidente regional del Callao Alex Kouri.


Recordemos que un gran número de alcaldes distritales en Lima ganaron gracias al arrastre de la figura de Luis Castañeda en el 2007, y ahora no han tenido reparos en subirse el coche del “corrupto” Alex Kouri por un lado, y por otro al de la “decente” Lourdes Flores, según sus conveniencias.


Luego Lourdes apareció criticando la incorporación de Kouri y compañía al partido “alquilado” de José Barba. Así el debate giró en las últimas semanas en torno al escándalo del famoso partido “vientre de alquiler” en referencia a la agrupación- membrete Cambio Radical, del tristemente célebre Barba Caballero.


Ahora Lourdes nos sorprende con el anuncio de la incorporación del Carlos Burgos Horna, cuestionado alcalde de San Juan de Lurigancho a las filas de Unidad Nacional, membrete electoral del PPC. El señor Burgos hasta hace unos días había empapelado su distrito con su rostro junto al de Alex Kouri, y hace solo unos meses lo hacía junto al alcalde de Lima Luis Castañeda por el Partido Solidaridad Nacional (con el que Burgos llegó a la alcaldía).


Hasta hace poco Carlos Burgos buscó impedir el mitin de lanzamiento de la candidatura de Lourdes en San Juan, donde por cierto la candidata del PPC presentó con bombos y platillos al señor Mauricio Rabanal como candidato de su agrupación para competir con Burgos.


Es decir, el oportunismo más desembozado. Una vulgar muestra de por qué la derecha peruana es incapaz de institucionalizarse y de asumir con más coherencia la representación que pretende de las clases dominantes y de sectores medios.


De esta manera el PPC y Lourdes nos demuestran que son un grupo oportunista más de este escenario circense en el que se ha convertido la política peruana. Un escenario donde reina la informalidad y la improvisación, y en la que gana el mejor postor, el que puede comprar el puesto sin importar su base doctrinaria o sus credenciales éticas.


Esta situación nos demuestra que solo con una alternativa seria y democrática se podrá combatir este nivel de improvisación de la política. Solo construyendo desde abajo una alternativa política que combine el apostolado con la seriedad de propuestas y que con la democracia participativa, demuestre la coherencia entre las ideas y la práctica que tanto reclaman los ciudadanos. Esa es una tarea de mediano y largo plazo, que debe ser pensada con miras a trascender la coyuntura electoral.

lunes, 17 de mayo de 2010

Más allá de los vientres de alquiler


Por Luis Gárate

17- 05-10


Contrario a lo que se suele pensar, mientras se inscriben más organizaciones ante el Jurado Nacional de Elecciones para participar de los próximos comicios municipales y nacionales, la política en el Perú crece en su descrédito y su improvisación.


Los analistas se rompen la cabeza para tratar de entender el por qué de la “crisis de los partidos”. Se escandalizan ante fenómenos como los de Alex Kouri y el famoso partido “vientre de alquiler” que lidera el ex aprista José Barba Caballero.


Mucho ya se ha dicho sobre el tema. Se habla del pragmatismo, de los “outsiders” y otros fenómenos que siempre se asocian a la figura de Alberto Fujimori.


No podemos dejar de insistir en que debemos analizar los fenómenos de la política como parte intrínseca de los procesos y cambios en los terrenos económicos, sociales y culturales. Así encontraremos que los cambios en la política están profundamente influidos por los procesos de cambios estructurales en las sociedades tanto desarrolladas y en vías de desarrollo, a la vez derivados de los reacomodos del sistema capitalista mundial.


Esos cambios que han roto en gran medida la idea del Estado benefactor y han centrado todo el desarrollo en el mercado. Asimismo se ha volatilizado y mercantilizado la idea de la política, donde se aplican los criterios de “marketing político” y han proliferado los cursos y posgrados en “gerencias” en el manejo de la cosa pública.


Vale la pena recordar ideas básicas del marxismo que Gramsci hace bien en resaltar, como que la política se asienta en la economía y que no puede se pueden ver las formas políticas sin entender los cambios en los sectores de la producción y como se expresan las correlaciones sociales.


En esa línea los recordamos a los “analistas” que los partidos no nacen por ley o decreto, sino por una voluntad colectiva, de un grupo de individuos que pertenecen a determinados sectores sociales y que confluyen en una proyecto de sociedad, en una idea de lo “nacional”.


Está claro que las grandes ideas, las liberales, las conservadoras, las socialistas, y sus variantes, han perdido mucha centralidad y han sufrido grandes transformaciones. La gente se moviliza menos por los grandes planteamientos y más por figuras personales, consignas y propuestas marketeras.


Otro tema tiene que ver con la misma Ley de partidos, que entre las principales perlas alienta el voto preferencial, que ha provocado que se afiance esa tendencia de hacer de la política un rentable negocio, un mercado donde se remate el mejor postor los números en las listas parlamentarias.


La pregunta que nos surge es cómo ingresar a la política en este escenario. Acaso será necesario adaptarnos a la informalidad e improvisación que caracterizan los partidos actuales. Más bien creo que se trata de recrearse entendiendo los cambios culturales y estructurales en los sectores que tradicionalmente representó la izquierda.


Ahora todos se remozan la cara. El fujimorismo, el PPC, el partido de Luis Castañeda, todos niegan su vinculación a la derecha, se reclaman de centro. Por otro lado el líder nacionalista Ollanta Humala dice que no se debe hablar de “izquierda y derecha”, sino de “los de arriba y los de abajo”. El Apra se autodefine como de “izquierda democrática” pero cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta del rumbo ideológico del actual mandatario y su gobierno. Es decir, todo un cambalache donde todos quieren aparecer como algo “progres” para no asustar a las mayorías pobres de nuestro país, mientras la izquierda real todavía luce descolocada.


Para la izquierda falta un largo camino. Uno donde se vaya dejando de su estilo de secta, de capilla, de estrechas identidades vanguardistas y que se acerque de cara la compleja diversidad cultural y socioeconómica del Perú actual. Afirmando una identidad, es necesario releer la influencia de lo que fue y es el legado del emprendedurismo provinciano en millones de jóvenes que abarrotan los colegios e instituciones educativas y los centros laborales en Lima. Esas familias de empleados, trabajadores y pequeños empresarios que se están incorporando el mercado y consumo gracias a la masificación de las ofertas del crédito, del comercio y las industrias del entretenimiento (graficados en los megaplazas).


El camino de la izquierda se va redibujando, y aparecen esfuerzos unitarios indispensables para poder mantener una mínima representación política. Falta todavía que nazca el nuevo sujeto político de la izquierda peruana, y en ese camino no solo se requieren cambios internos, sino cambiar las reglas de juego, como la ley de partidos. Mientras tanto la derecha también va moviendo sus fichas, y las figuras oportunistas e improvisadas como José Barba y Jaime Bayly, se afianzan en su espectro.

jueves, 29 de abril de 2010

El Apra y la endémica corrupción



Los principales dirigentes del PAP se hunden en escándalos


Por Luis Gárate

29-04-10


Los líderes apristas se embarran cada vez más en escándalos. Con los últimos audios que revelarían la relación de Jorge del Castillo con favores petroleros y, por otro lado, la responsabilidad de Omar Quezada por la venta irregular de terrenos, los apristas se están consagrando, junto al fujimorismo, en los campeones de la corrupción.


Los escandalosos negociados para favorecer a empresas petroleras fueron revelados por los famosos audios realizados por la empresa BTR, que siguen aflorando a pesar de todo los intentos por desaparecer los más comprometedores. No solo se revelan hechos puntuales y aislados, sino cómo se mueven en el Perú los grandes negocios de hidrocarburos, y las redes del llamado “espionaje industrial” con el mundo político.


Por otro lado la denuncia de la venta irregular de un terreno de 300 mil metros en Chilca, que hizo caer a Omar Quezada como director de COFOPRI, nos habla de las vinculaciones apristas con el tráfico de terrenos y las mafias que existen en este rentable negocio.


Pero no nos debe sorprender. Estos escándalos nos revelan al Apra en su historial de corrupción, así como sus acomodos con los poderes fácticos. Del libro “¡Usted fue aprista!, bases para una historia crítica del Apra” del historiador Nelson Manrique, podemos ver la evolución del “Partido del pueblo” y su devenir de una organización de masas reformista a una fuerza aliada del empresariado peruano y el gran capital trasnacional.


Manrique hace una sistematización de varios estudios previos, en las que destacan muchas obras de personajes que habiendo pasado por las filas del aprismo, luego narran sus testimonios y estudios sobre diferentes facetas zigzagueantes de este partido en relación a la historia peruana.


De estos textos resaltan las obras del Mayor del Ejército Víctor Villanueva, de la poetiza e intelectual Magda Portal, y de Ricardo Luna Vega. Destacan en estos, y junto a Manrique, el hecho de los constantes vaivenes y acomodos de los líderes apristas, empezando por su fundador, para poder lograr rentables posiciones de poder y a llegar a acariciar el ansiado sueño de llegar a ser gobierno.


El historiador Antonio Zapata señaló en un artículo que se debía entender al Apra como uno de los principales partidos democráticos -sino el principal- y que habría demostrado una gran capacidad de adaptabilidad para adecuarse a duras condiciones impuestas por las oligarquías y por los caudillos militares.


Sin embargo, debemos ver esa evolución la luz de la historia y del presente, en el que vemos a un partido que en gran medida se ha convertido en una maquinaria de control del Estado, expresada en extendidas ramificaciones en diferentes niveles del aparato público, pasando por el control de universidades, de sectores de la administración de justicia, del TC, funcionarios y empleados de ministerios, gobiernos locales, entre otros.


Con esto no pretendemos desconocer el misticismo que guardan sus formas y que conservan cientos de militantes de lo que la antropóloga Imelda Vega llamaba el aprismo popular, pero que en realidad se ve convertido es una gran mascarón de una serie de lazos y intereses que confluyen en sacar réditos de la administración pública.


El Apra, como han señalado abundantes estudios, comparte en gran medida el camino seguido por fuerzas nacional-populares o populistas como el PRI de México, Acción Democrática de Venezuela o en alguna medida el Peronismo argentino. Caminos que pasan, de los discursos nacionalistas y revolucionarios, a derivar en el pragmatismo por el poder y hasta la conversión al neoliberalismo.


Lo más escandaloso, después de todo, no es solo la conversión neoliberal, sino la ostentosa participación, colusión y apañamiento de la corrupción en el Estado. Ahora que los dos secretarios generales colegiados del partido de Alfonso Ugarte estén implicados en los principales casos del momento nos habla de una dramática situación.


Sin duda la opinión pública no aplaude esta situación, pero tampoco muestra una reacción que implique un remezón en este gobierno. A pesar, incluso, que Alan García haya salido a señalar como “miserables” y "ratas" a los implicados en estos actos.


Estos hechos con seguridad alimentan más la desconfianza ciudadana en lo político. Los medios están jugando su parte, y claro sus intereses. Pero más aún, la oposición política es débil, y desde la izquierda todavía más.


Pero ¿podemos seguir hablando de la liquidación histórica del Apra? Ya muchos lo hicieron hace muchos años. El problema es más complejo que los actos de los seguidores de Haya de la Torre.


La corrupción -cabe señalar- no es patrimonio del aprismo, a pesar de su conocido historial, ni de los ideólogos neoliberales. Es un fenómeno arraigado en una determinada cultura política, y más aún en diferentes niveles de la organización social. La gran tarea es enfrentar a la corrupción no solo desde la aplicación de la justicia, sino también generando, desde la propuesta y la gestión publica, una acción decidida de lucha contra todos los niveles de corrupción. Solo así se podrá superar esta cultura apuntalada por fuerzas como el Apra, y la lamentable tolerancia ciudadana a este mal.