miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mechita de mis ensueños


Terminada la fiesta criolla, el Apra lanza a su candidata neoliberal

Por Luis Gárate

03-11-10

Los coqueteos del Apra con la derecha no son ninguna novedad. Lo saben bien los viejos que vieron las traiciones de la dirigencia aprista a sus militantes más consecuentes que intentaron –hasta entregar la vida- llevar a cabo el programa del “partido del pueblo” en sucesos como la rebelión de Trujillo en 1932 y la del Callao en 1948.

La reciente proclamación de Mercedes Araóz como candidata presidencial de Apra es la última perla. No haremos toda una relación histórica de las jugarretas políticas del aprismo en la variopinta historia política peruana. Basta mencionar las más recientes, en las que juntaron a perro, pericote y gato -como solo ellos lo saben hacer- para poder asegurar el control de la mesa directiva y de las mayorías en el Congreso.

Sabemos bien que para asegurar la victoria de Alan, el Apra no tardó en tranzar con los grupos de poder, expresados entre otros en las dos vicepresidencias que le concedieron al fujimorismo más recalcitrante. Poner el marino Giampietri y a la señora Del Solar, que han demostrado ser figuras decorativas, era un mensaje claro a la derecha peruana para decirle que ellos si podían parar el “amenazante” avance electoral de Humala en el 2006.

Y fue mucho más allá. Olvidando todas sus promesas del “cambio responsable” y por supuesto el programa aprista, el gobierno de García inauguró en su nuevo espacio y tiempo su neoliberalismo extremo, ilustrado en la doctrina del “perro del hortelano”. Justamente por eso ahora García premia a la que ha sido una de sus mas fervorosas abanderadas, la ahora candidata presidencial aprista, Mechita Araóz.

De Mechita sabíamos que era una dedicada profesora de la Universidad del Pacífico, conocida consultora internacional, que ha pasado por instituciones multilaterales, entre otros aciertos académicos. La veíamos paseándose varias veces a la semana pontificando sobre las virtudes del libre mercado en el programita que Aldo Mariátegui en el cable y por varias entrevistas en la prensa en su calidad de “técnica”, como a ella le gusta autodenominarse.

Ya conocemos muy bien ese cuento de los “técnicos” –recordemos sino a PPK en la última campaña del “miedo de los mercados” contra Susana- que se pintan como neutrales, para así blanquear su clara opción ideológica. Es que para ellos ideológico es sinónimo de trasnochado, de fracasado, de caviarismo o zurdismo.

Por eso insisten tanto, como lo sigue haciendo Mechita, en presentarse como buenos “técnicos” y “asesores” al mismo estilo de Fujimori. No son políticos, sino “buenos” ejecutores. A estas alturas del partido, ya sabemos bien por donde van muchos de estos supuestos independientes. Son los mejores ejecutores de los planes de terceros, de los grandes lobbystas y de las jugadas de grandes poderes extranjeros. Son más papistas que el Papa, y harán todo lo que esté a su alcance cuando se trate de aplicar la ortodoxia teórica del Consenso de Washington o el FMI.

Mechita no se caracteriza precisamente por su ponderación, sino por sus exabruptos y por su cerrada defensa, no solo de sus posiciones pro mercado, sino también de haber provocado incidentes hasta internacionales. No dudó en pelearse con el gobierno de Rafael Correa y el de Evo Morales por sus medidas progresistas, así como tampoco de echar más leña al fuego en conflictos como en el Cusco cuando fue ministra de turismo, o su defensa radical del TLC que terminó en los trágicos sucesos de Bagua.

Pero Mechita Araóz claramente es una más del espectro derecho. El Apra y Mechita juegan a encabezar una derecha que está en búsqueda del candidato que siga el modelo, que no sabe bien si apostar por Castañeda, que parece desinflarse, por Keiko, que es el retorno de la mafia, o por Toledo, que es muy incierto. Mientras tanto Mechita asegura que ella continuará lo bueno pero ahora con "rostro social". Cómo será eso, porque dice que seguirá los “20 años de exitoso modelo económico” que justamente han generado tanta desigualdad. Pero Mechita no se preocupa, por eso agradece “la buena y didáctica” recepción que le está dando la prensa.

Fueron Jorgito del Castillo, implicado en las turbulencias de los petroaudios, y Omar Quezada, implicado en los tristes casos de Cofopri, los que lanzaron la “precandidatura” presidencial de Mechita por el partido de la estrella. Vaya acreditación. A estas alturas solo nos queda hacer un llamado –aunque con pocas esperanzas- a los apristas decentes que puedan quedar entre los escombros de su mellada y vapuleada doctrina, para que traten de recuperar la dignidad de sus propuestas progresistas originarias, y no se dejen pisotear por los desvaríos del presidente y el gobierno de los faenones, los negociados y las cachetadas.

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