jueves, 11 de junio de 2009

EL MILITARISMO MAPOCHO OTRA VEZ

El gobierno chileno anuncia la millonaria compra de material bélico ofensivo
Por Luis Gárate

Nuevamente las tradicionales rencillas con nuestro vecino del sur hacen noticia. En esta oportunidad la anunciada compra de aviones de guerra de fabricación norteamericana por parte de la Fuerza Aérea de Chile ha generado un debate público sobre una posible escalada armamentista en la región.

Se trata del anuncio chileno de la compra de 18 sofisticadas naves F-16 por 450 millones de dólares al gobierno de Holanda, que así sumarían 44 unidades de una flota de carácter ofensivo, pues estas naves han sido diseñadas como cazas bombarderos.

Es indiscutible que este anuncio se hace en un contexto muy particular y complejo. Por un lado en pleno proceso ante la demanda peruana ante la Corte Internacional de justicia de la Haya por el diferendo de límites marítimos con Chile, y además en plena crisis financiera mundial, ante la que se esperaría austeridad de los gobiernos y más medidas para la protección social de los ciudadanos.

El tema de las relaciones con Chile siempre será motivo de controversias y de susceptibilidades mas allá del proceso por los límites marítimos y diferentes incidentes en las relaciones bilaterales, causadas por las acusaciones de supuestos espías peruanos, pasando por las anecdóticas disputas por la paternidad del pisco. No podemos olvidar que la tensiones con Chile siempre ponen a flote los traumas que produjo la Guerra del Pacifico y todos los penosos hechos y consecuencias relacionados con la derrota peruana en ese conflicto.

Frente a la evidente escalada que representa la compra de material bélico ofensivo por parte del Estado chileno, no faltan aquellos que en nuestro país piden seguirle los pasos y hacer lo propio. Esta es una excelente oportunidad para ensalzar –especialmente desde la derecha y las posturas fascistas- los falsos patriotismos, fomentar el chauvinismo y el resentimiento y así justificar millonarias compras de armamento.

Cabe recordar -como bien señalaba Lenin- que han sido siempre las clases dominantes y las burguesías imperialistas las que han exaltado los sentimientos de nacionalismo exacerbado y de odio entre las naciones para justificar aventuras belicistas y el expansionismo territorial.
Desde la izquierda, y en particular desde una posición comunista, no podemos más que rechazar el fomento del odio entre los pueblos. Debemos ente todo fomentar la hermandad, la integración y el respeto, pero a la vez promoviendo el repudio popular a las iniciativas militaristas de las clases dominantes de nuestros países que solo buscan enriquecer a los grandes fabricantes de armas y así desviar la atención de los verdaderos problemas ocasionados por el capitalismo.

Nuestra labor es en primer lugar de esclarecimiento e información popular sobre las implicancias del diferendo marítimo. También nos compromete a hacer un sesudo análisis de la estrategia del Estado chileno, que con este paso busca mover sus fichas en la controversia de la Haya, mientras esta iniciativa se da en momentos en que se van perfilando las candidaturas presidenciales chilenas y en las que se apuntala la derecha con el empresario Sebastián Piñera. De esta manera se estaría afinando una estrategia intimidatoria en las relaciones bilaterales, que reflejaría el proyecto belicista de la burguesía y las grandes corporaciones chilenas y una potencial campaña electoral marcada por una agenda patriotera.

Asimismo debemos tener claro en nuestra propuesta de gobierno popular en el tema de defensa y de relaciones internacionales, que es necesario contar con una política firme y disuasiva. Esta debe pasar por un adecuado equipamiento de nuestras fuerzas armadas, y que priorice ante todo una doctrina de defensa integral, que asegurando el bienestar de nuestro pueblo, pueda movilizar a los peruanos ante cualquier aventura militarista de las burguesías extranjeras.

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