El gran empresariado peruano busca asegurar su futura tecnocracia
Por Luis Gárate
La XV edición de la llamada CADE universitaria que llevó como lema "Liderar Mi vida, Mi carrera, Mi país" reunió entre el 28 y 30 de mayo a centenares de jóvenes estudiantes para concientizarlos en la necesidad de mantener la orientación neoliberal de nuestro país.
Curiosamente, y no por causalidad, este evento lleva las mismas siglas que la Conferencia Anual de Ejecutivos, el pomposo encuentro anual del empresariado peruano que se reúne para evaluar la situación económica del país y busca hacer incidencia en el poder para beneficio de sus intereses.
Otro dato llamativo es que la versión de este año se realizó en la Escuela Naval ubicada en La Punta, Callao. Acaso los organizadores buscaban acercar a los jóvenes a los símbolos patrios, o más bien, encerrarlos en un fortín armado donde se aíslen de la realidad.
La Conferencia Anual de Estudiantes es un espacio que como dicen sus organizadores “permite transmitir conocimientos a los futuros dirigentes del país y ponerlos en contacto con diversos enfoques y temas de interés nacional que incentiven una visión más amplia y una forma de pensar más completa sobre el liderazgo, el ámbito empresarial y profesional, y por supuesto las grandes oportunidades que brinda nuestro país.”
Es decir, la clase dominante busca asegurar la continuidad de sus políticas en un porcentaje de las elites universitarias que pagan entre 300 y 400 soles para participar del encuentro anual, donde más allá de algunas oportunidades de ofertas laborales, hay todo un bombardeo ideológico que algunos quieren seguir vendiendo como “neutrales recetas del éxito”.
Es decir, la clase dominante busca asegurar la continuidad de sus políticas en un porcentaje de las elites universitarias que pagan entre 300 y 400 soles para participar del encuentro anual, donde más allá de algunas oportunidades de ofertas laborales, hay todo un bombardeo ideológico que algunos quieren seguir vendiendo como “neutrales recetas del éxito”.
Entre los objetivos y acciones señaladas se busca “Diálogos y almuerzos con líderes empresariales, políticos y educadores representativos” y “Ampliar los paradigmas y la visión de futuro.” Con expositores como la Ministra de la Producción Elena Conterno, la conocida empresaria Inés Temple, el lobbysta de las transnacionales y ex ministro de economía Pedro Pablo Kuczynski, el presidente del grupo Apoyo Felipe Ortiz de Zeballos, el gurú del libre mercado David Fishman, entre otros. Es decir, nada nuevo, sino los bien conocidos recetarios neoliberales en momentos en que el mundo atraviesa una de las peores crisis del sistema capitalista.
Otro expositor y conocido pupilo de Kuczynski fue Fernando Zavala, que en vez de ser presentado como ex ministro de economía, se presentó como actual Vicepresidente de Estrategia y Relaciones Corporativas de las Cervecerías Backus y Johnston S.A.A. Una muestra más de la relación tan estrecha existente entre el mundo político y el empresarial.
La derecha neoliberal tiene todo el derecho de realizar eventos de difusión de sus ideas. Sin embargo no podemos dejar de observar como, usando instalaciones del Estado, se sigue promoviendo un esquema ideológico que está siendo seriamente cuestionado por la crisis financiera global y la creciente revaloración del rol del estado en la economía.
Además se quiere seguir presentando a la opinión pública como nuevas, exitosas y neutrales ideas de liderazgo desde las propuestas neoliberales. La tecnocracia pública y la privada formada por toda una gama de profesionales no deben olvidar que tienen una formación con orientación ideológica. Por su parte, la izquierda y las fuerzas progresistas no deben quedarse atrás y más bien ir preparando encuentros de jóvenes con propuestas alternativas enmarcadas en un Proyecto Nacional.
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