lunes, 19 de abril de 2010

Ser de izquierda hoy


Por Luis Gárate*
Abril de 2010

La primera pregunta que nos surge es, por qué hablar de izquierda hoy, cuando la mayoría de intelectuales, académicos, y “líderes de opinión” nos dicen que se acabó la era de las ideologías, que ya no existen la derecha y la izquierda.

También nos dicen que “ya fue” el ser de izquierda, pues – dicen estos voceros- el comunismo fracasó, los estatismos no funcionaron, el populismo es una amenaza constante, el colectivismo destruye al individuo, que es casi lo mismo que el terrorismo, y otras tantas monsergas que atribuyen a la idea de “ser de izquierda”.

No cabe duda que lo señalado nos trae nuevamente a la pregunta inicial. Puedo decir, a modo de testimonio, que todo lo que escuché sobre la izquierda de parte de mi familia- de la clase media por cierto- fue: “los de izquierda dicen una cosa y hacen otra, hablan por los pobres pero viven como ricos”, “eres de izquierda de joven, pero después se te pasa, cuando vives”, o que “son unos idealistas, la pobreza siempre existió y siempre existirán ricos y pobres”, ideas fuertes que están arraigadas en amplias capas de la población, especialmente en sectores altos y medios.

Cuando leemos que alguien como Gastón Acurio dice que “Pienso que en el Perú es una obligación moral ser de izquierda”, o cuando Alan García y Dionisio Romero insisten que son de “izquierda”, nos peguntamos, qué cosa significa ser de izquierda.

Sin duda el término ha sufrido muchas alteraciones e interpretaciones, y en nuestro país parecería estar asociado a la idea de mayor igualdad, o casi a la filantropía social. El hecho de que personajes como Alan García o el millonario Romero se autoproclamen de izquierda nos lleva a pensar en los contenidos del término.

¿De donde proviene el término?
Nos remitimos a la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII cuando se debatía en la Asamblea Nacional sobre la necesidad de aplicar los valores de la revolución, y de cuanta soberanía se daría al pueblo, si toda o si debía ser limitada. Entonces los que se sentaban la derecha de la asamblea (Girondinos y otros), planteaban un sistema más representativo y que promoviera la monarquía constitucional, mientras los sentado a la izquierda (Jacobinos y otros) planteaban más participación directa, más poder y soberanía el pueblo. Desde entonces se habla de la distinción entre derecha e izquierda para distinguir los sectores políticos en alternancia en la gran mayoría de países occidentales.

Norberto Bobbio señala que las expresiones “izquierda” y “derecha” no se refieren sólo a determinados cuerpos de ideas en materias políticas, sino también a “intereses y valoraciones sobre la dirección que habría que dar a la sociedad”.

…“para un militante de la derecha la igualdad como elemento tradicional de la ideología de izquierda se convierte en nivelación”, esto es, en algo negativo, mientras que “para un militante de la izquierda, la desigualdad, entendida de hecho como un dato sin connotación ideológica, en la definición de la derecha se convierte en un ordenamiento jerárquico”.

…“la izquierda valora más la igualdad que el desarrollo y la democracia más que el orden”, mientras que “la derecha y los independientes tienden a dar primacía al desarrollo por sobre la igualdad y al orden por sobre la democracia”…

Sin entrar en detalles diremos que en el espectro de la izquierda se han desarrollado un sinnúmero de movimientos, pasando de las grandes revueltas campesinas del siglo XIX de Europa, los primeros intelectuales del socialismo utópico, los movimientos obreros que asumieron el anarquismo, el socialismo, los grupos laboristas, la socialdemocracias, luego el comunismo surgido tras la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia y que tuvo ramificaciones y decenas de subdivisiones entre sus seguidores.

Muchas revoluciones y gobiernos se han erigido en nombre de la izquierda; desde gobiernos moderados que buscaron más equidad y luego se olvidaron de ella y gobiernos autoritarios, que en nombre de la igualdad dejaron de lado de las libertades individuales

A pesar de la desaparición de muchas de las experiencias, y de la entronización de los paradigmas neoliberales que reinan en la globalización, la izquierda sigue viva y coleando, y sigue ganando posiciones -con diversos matices- en América Latina y el mundo.

En el Perú asociamos con la izquierda a figuras emblemáticas como José Carlos Mariátegui, a las periodistas Magda Portal y Ángela Ramos, al historiador Alberto Flores Galindo, el investigador y ex parlamentario Carlos Malpica, al poeta Javier Heraud, a la lidereza popular Marielena Moyano y el ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes Lingán, entre muchos otros.

¿Qué es para nosotros hoy?
Es ante todo tener la capacidad de indignación, como decía Tito Flores Galindo. Se trata pues de asumir un pensamiento crítico del sistema imperante, del capitalismo en su forma de opresión , de desigualdad y de alienación. Críticos, pero a la vez con una alternativa, que refuerce la democracia generando un Estado participativo y transparente, más igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza.

Se de izquierda hoy no es estar a la moda, pero si se trata de tener una visión de la poliítica, de la sociedad y de la vida. Implica un reto, pues es ir contra la corriente "oficial" e implica buscar la coherencia entre la prédica y la acción, y mantener una posición a lo largo de los años. No se trata de asumir un ascetismo, vivir como "pobre" o "proletario". Es vivir con austeridad, pero sin renegar de la belleza y los placeres de la vida. Es combatir a diario por lograr el bienestar propio y de los otros , y no hacerlo a costa de ellos.

Agunos hablan de diferentes tipos de izquierda. Una, la que sería "responsable y moderna" y otra "radical, anticuada y antidemocrática". Esta disgresión depende de cuan cerca se esté de los postulados de los que la sustentan, que son por lo general "opinadores" de la derecha. En todo caso, más allá de radicalismos o moderaciones, si existen algunas líneas matrices donde se puede coincidir y que tienen que ver con la coherencia entre un programa y una praxis.

Hay también en la nueva agenda de la izquierda demandas vinculadas a temas de medio ambiente, a los derechos de minorías discriminadas, a la reivindicación de los derechos y el rol de la mujer, entre otros.

Estas son algunas de las líneas matrices que nos podrían definir:
a) Apuesta por una democracia diferente, no las “democracias populares” o las supuestas “dictaduras del proletariado” que se burocratizaron, tampoco solo democracias formales y eleccionarias, sino una democracia social y participativa de verdad con ciudadanía real y e informada, con niveles de participación y gestión en todos los niveles.
b) Apuesta por la igualdad, la equidad y la justicia, que pasa necesariamente por alentar un rol más activo del Estado en la economía, donde la distribución de la riqueza se asigne de otra manera, no solo en favor del mercado sino de los productores y trabajadores, generando empleo digno y de calidad
c) Apuesta por los derechos humanos, por los derechos de todos los seres humanos por el hecho de serlo, apostando por la interculturalidad, la equidad de género, el derecho a la diversidad de orientación sexual, la diversidad y la defensa de la vida por sobre las cosas, por sobre lo material.
d) Apuesta por el derecho de todas las personas a acceder a servicios de salud, educación y un hábitat de calidad, generando igualdad de oportunidades para todos.
e) Apuesta por el Estado laico, preservando el derecho a las creencias religiosas y la espiritualidad, buscando la tolerancia sin privilegios ni imposiciones.
f) Apuesta por el desarrollo sustentable y sostenible, con una mirada que ubique al hombre en armonía con el cuidado de la tierra, el uso racional de los recursos, y todos los seres vivos frente a los retos del cambio climático.
g) Apuesta por el internacionalismo, en diálogo con el nacionalismo progresista, pero en contra de los chauvinismos, localismos o etnicismos. Internacionalismo en tanto solo se pueden enfrentar la globalización de los grandes capitales desde las luchas sociales globales de los trabajadores y oprimidos. Alentar el multilateralismo en el orden internacional, rechazando la opresión del imperialismo norteamericano o cualquier otro, y promoviendo la solidaridad entre los pueblos del mundo.

*Exposición al Frente de Izquierda Universitaria- PUCP

1 comentario:

Otherside dijo...

Excelente articulo, me encanto tratare de compartir con otros jovenes.