Por Luis Gárate
La reciente victoria de una lista de estudiantes liderada por militantes de la Juventud Comunista del Perú- JotaCé en el Centro Federado de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, muestra las posibilidades de reconstrucción de un movimiento e invita a la reflexión sobre las perspectivas del trabajo de representación estudiantil.
Para las filas comunistas es un gran avance el retomar la conducción de un espacio gremial en la principal universidad pública de nuestro país, y en la cual, tras la presencia del intervencionismo militar y el miedo, han emergido y propagado corrientes anarquistas, de ultraizquierda o las simplemente oportunistas. Sin embargo esta victoria debe conllevar a la militancia comunista y de izquierdas a evaluar las experiencias en la representación gremial y cómo esta se vincula al quehacer político, no quedándose en el activismo reivindicativo ni tampoco en la instrumentalización del espacio.
En primer lugar cabe señalar que la representación estudiantil es un espacio donde se destacan los líderes estudiantiles en la medida que ejercen de manera eficiente la representación, es decir el poder canalizar la principales inquietudes y problemáticas de los estudiantes. En ese sentido es necesario recalcar la naturaleza de frente único en el gremio, estando por encima los derechos estudiantiles a las diferencias políticas. Es decir, los líderes destacan en la medida en que defienden consecuentemente los derechos de los estudiantes y puedan llevar sus reivindicaciones y sus luchas a conseguir éxitos en sus demandas.
Algunos activistas creen, sin embargo, que destacan los que llevan a cabo los discursos más incendiarios o las acciones más violentas. Por supuesto que no se trata solo de quedarse en el ámbito reivindicativo, es necesario que una buena conducción del gremio estudiantil busque el perfeccionamiento académico, la proyección social, la recreación y la cultura, a través de actividades extracurriculares y de acercar a los estudiantes de la especialidad a los procesos sociales, como la lucha de los trabajadores, los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, la lucha por los derechos y la participación de la juventud en espacios de decisión, entre otros.
Si bien el trabajo en el movimiento estudiantil es un trabajo de frente único, la lucha de ideas es una tarea necesaria y constante en este espacio, pues la defensa y reivindicaciones de los estudiantes pasan también por una visión de modelo educativo y sobre la relación de la educación con los otros sectores de la sociedad.
En esa línea es indispensable que la labor de los militantes comunistas sea promover el estudio y debate ideológico a partir de las aspiraciones y perspectivas concretas de la especialidad académica. Tal es el caso de especialidades como el Derecho y la Ciencia Política, en las que es necesario abrir un profundo debate con las tradiciones y corrientes liberales y conservadoras que se plasman en la doctrina, los enfoque teóricos y la normatividad vigente.
Ese debate ideológico se debe plasmar también en relación a otros procesos de la realidad, pues los estudiantes se preparan para ser profesionales en el marco de la globalización capitalista, con un mercado laboral cada vez más competitivo, que exige cada vez más especialización y además en una creciente precarización de las condiciones de trabajo.
Una tarea central de los comunistas es recuperar la universidad como un espacio natural para hacer política, para la sana disputa por la conducción gremial, para el debate ideológico y programático, en especial frente a la derecha académica imperante, pues lamentablemente en algunos espacios la disputa se reduce a las disputas de cuotas de poder con grupos aventureros con ropajes de izquierda que solo buscan subsistir de prebendas y corruptelas en la conducción gremial.
Sin duda es necesario hacerle frente a corrientes deformadas que buscan irrogarse la representación del campo popular, como es el caso del senderismo, caracterizado por su radicalismo verbal, su violentismo exacerbado, su dogmatismo y esquematismo de propuestas, que empobrecen el debate ideológico, académico y programático y solo pueden conducir al movimiento estudiantil a su aislamiento de la lucha de clases y de la influencia social.
Esta victoria de la lista de estudiantes comunistas y progresistas en San Marcos es un importante paso en un proceso mayor, el de reconstruir una federación de estudiantes sanmarquinos, la Federación de Estudiantes del Perú- FEP y un movimiento estudiantil amplio, democrático y con pensamiento crítico, que aporte a un debate mayor para construir un Proyecto Educativo Nacional y el proyecto de país democrático y participativo al que queremos aportar los comunistas. (14 -12 - 08)
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