23-09-10
Como era de esperarse, la derecha peruana ha recurrido a todo tipo de métodos para tratar de evitar que una alternativa progresista pueda ganar en Lima. Han buscado ideologizar la campaña, y endilgarle a Villarán su alianza con los “extremistas” de Patria Roja, cuando en la realidad lo que existe es una alianza política con el Movimiento Nueva Izquierda, del que el Partido Comunista del Perú- Patria Roja es parte.
Esta campaña sucia comenzó cuando Lourdes Flores señaló que las ideas “trasnochadas” de Patria Roja gobernarían Lima, que se le daría “el manejo de la educación al SUTEP”. Hace poco la campaña se ha expresado en la masiva difusión de volantes apócrifos que buscan mostrar que los “radicales” comunistas de Patria Roja buscan apoderarse por la Municipalidad de Lima a partir de su apoyo a la “camarada” Villarán.
Otro burdo intento de macartsimo y de intolerancia que, como han señalado analistas serios como Santiago Pedraglio, olvidan que los comunistas pueden ser parte de gobiernos democráticos y progresistas, como lo demuestran el caso de Lula en Brasil apoyado por el PCdoB, de Pepe Mujica con el Frente Amplio apoyado por el PC Uruguayo o de la Concertación en Chile con respaldo del PC de Chile. Asimismo los voceros del MNI han aclarado con firmeza, que la alianza no es por puestos o cuotas, sino por un programa.
Es el MNI, como frente político, es el que participa en la alianza con Fuerza Social y otras fuerzas políticas. En ese espacio se integran todos los izquierdistas, los comunistas, los socialistas y sectores democráticos que buscan un cambio y tienen un punto de encuentro a partir de un programa concreto para la ciudad de lima. Debemos estar atentos, pues la estrategia de algunos es abrir una cuña para poner a los izquierdistas y a los comunistas como la parte oscura y prescindible de esta confluencia.
Asimismo otra reciente acusación es que el “humalismo” estaría apoyando a Villarán, todo porque en una reciente convención nacionalista las bases de Lima decidieron brindar su apoyo a la candidata de Fuerza Social. Esto no necesariamente compromete a Ollanta Humala, quien se expresó de acuerdo con la decisión de sus bases pero no ha expresado que exista una alianza de algún tipo.
Lo que revela esta estrategia es que Lourdes Flores está desesperada. Lo está por el cúmulo de errores que ha y que sigue cometiendo en su campaña, su burda estrategia de trazar “líneas divisorias” entre la "decencia y la corrupción", entre el “progreso y el retroceso” no hacen sino reveler su desesperación. A esto se aúna la emisión de unos audios donde se revela sus peligrosas conversaciones con el lobista Remigio Moráles Bermúdez con empresas extranjeras en materia de servicios de saneamiento y transporte. Los audios posteriores más bien nos muestran su interés de cambiar las cifras de la encuestadora Apoyo que reafirman la subida de Susana Villarán. Luego escuchamos con estupor su desmesurada reacción señalando que la carrera municipal “le importaba poco”, que era “una porquería” y que podían “meterse al poto” la alcaldía de Lima.
Para Flores y algunos sus analistas amigos estas declaraciones altisonantes iban a “humanizarla” y hasta sumarle votos, sin embargo las encuestas del último domingo revelaron que su tendencia a la baja se mantenía, y hasta le daban una brecha de entre 10 y 15 puntos a favor de Villarán.
Las puyas más recientes buscan desacreditar las propuestas de Fuerza social. La derecha y sus medios señalan que Susana buscaría cerrar o en el peor de los casos “estatizar” los hospitales de la Solidaridad. También la misma Lourdes Flores ha señalado que Villarán pretende “cerrar” el Programa del vaso de leche. Ambas cosas son totalmente falsas, pues hemos señalado con claridad que de lo que se trata es corregir lo malo, es decir, al igual que la propuesta de Unidad Nacional, es integrar a los Hospitales de la Solidaridad a las redes públicas para que existan historias médicas (que en los HS no existen) integradas e incluso se ha hablado de que las boticas solidarias vendan medicamentos genéricos para abaratar su acceso. En el caso de los programas sociales municipales se ha planteado un programa piloto de bonos alimentarios de 100 soles que se iniciará en el cercado de Lima y que de ninguna manera impedirá la entrega del vaso de leche, lo que se busca es complementar de mejor manera los programas.
A la campaña del miedo se han sumado el actual alcalde de Lima y aliado del PPC, Luis Castañeda, que se alista para las lides presidenciales, señalando que no pueden hacerse “propuestas inviables”, en clara alusión a Villarán. También Alan García y sus acólitos, desde su aprismo neoliberal, no han tardado en señalar que los mercados estarían asustados por la posibilidad que propuestas de izquierda asuman niveles de gobierno.
Por otra lado debemos señalar que si bien la figura de Susana está calando cada vez más en la gente, las campañas distritales de Fuerza Social no han despegado, lo que nos revelería una dinámica muy particular donde muchas candidaturas que van a la reelección se sustentan en la lógica odriista, que es ahora la máxima de Castañeda, de los “hechos y no palabras”. Se ufanan de algunas grandes obras desplegadas y están invirtiendo buenas sumas de dinero, donde no podemos descartar grandes flujos de corrupción. Ante esta situación, la necesidad de fortalecer la presencia de Susana con los candidatos distritales es esencial, y reforzar el proceso de capacitación de personeros en los distritos que resguarden el voto es un imperativo.
Estamos seguros que la guerra sucia y el barro con ventilador seguirán, mientras crezca la adhesión ciudadana a la candidatura austera y alternativa de FS, y por oto lado vaya en aumento la desesperación de la millonaria maquinaria que acompaña a Lourdes y sus amigos con sus carteles, spots radiales, televisivos y con sus burdas estrategias de campañas de miedo y desprestigio.